“En la segunda mitad del año el salario le va a ganar claramente a la inflación”, afirmó ayer el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, al advertir que el poder adquisitivo de los trabajadores recuperará una parte del terreno perdido cuando se efectivice el total de las cuotas pactadas en paritarias. El funcionario participó ayer del Quinto Congreso Internacional de Agro negocios donde reiteró que los aumentos de precios se desacelerarán durante la segunda mitad del año. La inflación acumulada entre enero y junio superó la meta de 25 por ciento por el funcionario para todo 2016.

A pesar de la “recomposición” prometida por Prat-Gay, las proyecciones realizadas a partir de las mediciones que realizan los organismos estadísticos provinciales, las consultoras y las universidades garantizan un fuerte retroceso en la capacidad de compra de los asalariados.

Aunque las mediciones del propio Indec revelan que los precios mantienen una trayectoria ascendente, para Prat-Gay “la inflación ya está bajando”. Desde su perspectiva “las paritarias han marcado un aumento para los salarios que seguramente se va a traducir en mayor poder adquisitivo”.

Durante 2016, las negociaciones salariales estuvieron atravesadas, como pocas veces en los últimos años, por la discusión sobre los despidos. La posibilidad fue planteada por el propio Prat Gay cuando afirmó que “cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleos”.

“Nuestro compromiso es bajar la inflación de a poco, y la vamos a bajar a un dígito para el 2019”, reiteró ayer Prat-Gay. El ex directivo del JP Morgan en Londres consideró que “para el año que viene la meta de inflación es de 17 por ciento”, aunque no realizó ninguna mención a la dinámica de los salarios reales. De acuerdo al último informe del Cifra de la CTA, los elevados aumentos de precios erosionaron el poder adquisitivo del salario durante los primeros cuatro meses del nuevo Gobierno. Las estimaciones llegan hasta el primer trimestre, antes del aumento de las tarifas y la entrada en vigencia de los primeros tramos de las mejoras salariales. Así, entre noviembre y marzo, se observó una contracción del salario real del 12,1 por ciento

“Sería más sencillo si pudiéramos bajar la inflación más rápido, pero no es posible por los desórdenes que recibimos”, consideró el funcionario al recurrir a la muletilla de “la herencia”. Aunque las mediciones de la UCA señalan sobre el fuerte incremento en los niveles de pobreza en lo que va del año, Prat-Gay consideró que no se optó por “un ajuste sino un gradualismo que permite llegar a las metas, quizás con un poco más de demora, pero con mucha más consistencia económica, política y social”.