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El nuevo presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Hecker, dijo que “debe quedar definitivamente en el pasado la historia negra de la banca pública”, que es “la de la connivencia con grupos de poder, la corrupción y el crédito para los amigos del poder”. Hecker fue puesto en funciones por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, en un acto en el que participaron también los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Educación, Daniel Filmus. El nuevo titular de la entidad porteña, que reemplaza a Roberto Feletti –ahora a cargo de la Secretaría de Infraestructura y Planeamiento–, sostuvo que “no es necesario enfatizar que el Banco Ciudad no se privatiza”. Sobre ese mismo punto, Ibarra recordó que “se pudo frenar la voracidad de algunos grupos extranjeros que se querían llevar las últimas joyas de la abuela”.
Al referirse a la función de la banca pública, Hecker consideró que “puede y debe balancear los objetivos económicos con los sociales, contribuyendo de este modo a la promoción del crecimiento económico con inclusión social y a la redistribución progresiva del ingreso”.