EL PAíS › UN MILITAR DENUNCIA LA REPRESION EN TABLADA
“Fue una ejecución sumaria”
José Almada es un sargento retirado. Participó en la recuperación del regimiento de La Tablada. Ayer denunció feroces violaciones de derechos humanos en ese operativo. Y acudió a la Justicia.
Por Santiago Rodríguez
“Aquí he capturado dos oponentes, solicito temperamento a seguir.” “OK, recibido. ¿Se encuentra en el lugar personal civil o periodista?” “Negativo.” “OK, recibido. Póngalos fuera de combate.” El sargento retirado José Almada afirma que durante la recuperación del regimiento de La Tablada fue testigo de ese diálogo entre otros dos militares que intervinieron en aquella operación encabezada por el Ejército y está convencido de que no deja lugar a dudas: “Tuve la seguridad de que se trataba de una ejecución sumaria”, denunció ayer ante la Justicia, donde también aseguró que aquel 23 de enero de 1989 vio con vida a varios integrantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP) que coparon ese cuartel que más tarde aparecieron muertos.
Almada presentó su denuncia ante el juzgado federal de Morón, donde se tramitan las diversas causas por las violaciones a los derechos humanos que los mismos procesados por el copamiento y los familiares de los muertos afirman que cometieron el Ejército y las fuerzas de seguridad durante la recuperación del regimiento de La Tablada. “Hice la denuncia porque el dolor no tiene bandos”, explicó después el militar retirado en una conferencia de prensa que ofreció junto con el líder del MTP, Enrique Gorriarán Merlo. También dijo que tomó la decisión de hacerlo porque “juré lealtad y soy fiel a ese juramento. Con esto he cumplido con la nobleza que un soldado debe tener”.
En su presentación ante la Justicia, Almada recordó que “participé activamente en el combate por la recuperación del regimiento de La Tablada” y precisó que “mi puesto de combate fue como operador de comunicaciones del Comando Táctico de la 10ª Brigada de Infantería Mecanizada”. Fue cumpliendo esa misión y “en plena tarea de transmitir las órdenes a la jefatura de comando táctico” que el militar retirado asegura haber escuchado el diálogo en el que uno de sus camaradas ordenaba a otro poner “fuera de combate” a dos miembros del MTP capturados con vida dentro del cuartel.
Ese no fue el único elemento que Almada aportó a la Justicia. El sargento retirado también afirmó que “entre las 10 y las 11 de la mañana” de aquel 23 de enero presenció la captura de dos integrantes de esa organización. “Eran dos: uno delgado, más alto, con pantalón y camisa y de tez blanca, el otro más bajo, con el torso desnudo y con una camisa o camiseta que cubría su cabeza hasta la frente, de tez morena –relató–. Se los tiró sobre el pasto, boca arriba, estaban heridos, conscientes, se los interrogaba sobre sus identidades y sobre la organización atacante y se los golpeaba en cuerpo y extremidades. Yo estaba allí y vi y escuché cuando los oficiales de inteligencia los interrogaban y cuando eran golpeados y allí ellos manifestaron: ‘Me llamo Iván’ y el otro decía: ‘Me llamo José’ y me acuerdo perfectamente que en ese duro trance en que ellos era atormentados y flagelados imploraban por sus vidas. Uno de ellos decía: ‘Por favor señor, regáleme la vida, estoy arrepentido’.”
Según la versión de Almada, ambos prisioneros fueron torturados después en otro lugar del cuartel y más tarde “subidos a un Ford Falcon color blanco” conducido por militares de civil en el cual los sacaron del regimiento. “Lo cierto y que me consta es que Iván Ruiz y José Díaz estaban heridos pero con vida y conscientes”, señaló Almada y añadió que “la conclusión es directa: se les aplicó ejecución sumaria”. Además, desmintió que Ruiz y Díaz hayan sido quienes mataron al también sargento Ricardo Esquivel en un intento por fugarse, como consignó el Ejército.
Gorriarán Merlo –condenado a reclusión perpetua por la toma del cuartel e indultado después por Eduardo Duhalde– destacó que la declaración de Almada aporta precisiones sobre las muertes de Ruiz y Díaz y de otros miembros del MTP.
Almada también sostuvo en su presentación judicial que Berta Calvo, Francisco Provenzano y Carlos Samojedny fueron “detenidos con vida” y consideró “llamativo” lo que ocurrió con ellos durante la mañana del 24 deenero. “Ya al mediodía –explicó– Calvo está muerta. Samojedny y Provenzano ya no están entre los detenidos sobrevivientes y se ha identificado sólo el cadáver de Provenzano.”
Otro caso denunciado por Almada es el de Claudia Deleis: el militar recordó que la joven intentó rendirse y “a pesar de ello se ordenó fuego libre” y fue “acribillada”.
Almada contó que en su momento puso en conocimiento de sus superiores los hechos que denunció ante la Justicia, pero no sólo no tuvo éxito sino que a partir de entonces comenzó una “persecución” en su contra que terminó en su retiro del Ejército.