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Desde la medianoche, Brasil dejó de enviarle energía eléctrica a la Argentina. Se puso fin así a cuatro días en los que el país vecino abasteció de electricidad a su socio menor, en condición de emergencia. Según explicó la ministra de Minas y Energía, Dilma Rousseff, el abastecimiento de energía generada por el complejo hidroeléctrico de Itaipú no pudo prorrogarse a raíz de la sequía que afecta a la región Sur de Brasil, que hizo bajar el nivel de las reservas hídricas.
La ministra, no obstante, dejó abierta la posibilidad de que se siga vendiendo electricidad generada con combustibles líquidos. Pero estas operaciones no entrarían en el convenio de reciprocidad entre ambos países para casos de emergencia, sino que la Argentina debería pagar por esa energía. El gobierno brasileño intercedería ante las empresas del sector para que envíen esa electricidad a precio de costo.
Según publicó el diario económico Valor, el secretario de Energía argentino, Daniel Cameron, y la ministra Rousseff no llegaron a un acuerdo para que Brasil continúe con los despachos. La emergencia permitió envíos por 96 horas, pero ese plano no pudo renovarse. “La energía suministrada en régimen de emergencia será devuelta por Argentina en la misma cantidad en un plazo de 45 días”, aseguró Rousseff en un comunicado.
La asistencia de Brasil había permitido suspender la baja de la tensión, a principios de la semana. Para atender la crisis, el Gobierno había disminuido la tensión de 220 a 209 voltios, medida que sólo tuvo vigencia por 24 horas.