ECONOMíA › OTRA EMBESTIDA DEL FMI PARA QUE
ARGENTINA PAGUE MAS A LOS ACREEDORES
“La señora Krueger está equivocada”
La número dos del FMI afirmó que el país no recibirá inversiones mientras no acuerde con los acreedores. Además señaló que una de las cosas que viene mal es la relación fiscal entre la Nación y las provincias. Economía le respondió de inmediato. Difundió datos del fuerte crecimiento de las inversiones.
En la negociación entre la Argentina y los acreedores, el FMI se declara prescindente. Siendo esa la posición oficial, llama la atención que sus máximas autoridades tengan todos los días algo que decir, y siempre en línea con las posiciones de los bonistas. La número dos del organismo, Anne Krueger, advirtió ayer que el país no recibirá inversiones mientras no acuerde con los acreedores. El día anterior, el director gerente Rodrigo Rato había afirmado que “es esencial” salir rápido del default para poder acceder a financiamiento internacional. El mensaje que surge desde Washington es que la economía argentina no podrá seguir creciendo sin un arreglo con los tenedores de deuda, argumento muy conveniente para los acreedores. El Gobierno respondió a través de una alta fuente del Ministerio de Economía enfatizando que Krueger “está equivocada”.
“No habrá ninguna inversión hasta que no haya algún tipo de acuerdo con los acreedores”, estimó la dama de hierro del FMI durante una conferencia en Nueva York. “La apreciación de la señora Krueger es equivocada. La inversión en la Argentina está actualmente en los máximos niveles históricos y llega a 19 puntos del PIB”, replicó un funcionario del Palacio de Hacienda. La fuente también destacó que el flujo de inversiones “está en niveles de los años ’90, pero con una mejor dispersión, dado que procede en general de las pymes y está distribuida en todo el país”.
Las declaraciones de Krueger, o las previas de Rato, son parte de la presión permanente del Fondo en favor de los acreedores. Los discursos van cambiando, pero la pulseada es siempre la misma: que el país comprometa mayores pagos a los bonistas. Hace algún tiempo, Krueger afirmaba que la reactivación económica era un “veranito”, después dijo que no había un “plan sustentable”, luego aseguró que el Gobierno no negociaba “de buena fe” y ahora sostiene que “no habrá inversiones”.
El subsecretario Pyme, Federico Poli, había respondido semanas atrás a la misma advertencia sobre la falta de inversiones con los siguientes datos: “Hay un proceso de inversiones muy potente, liderado por las pymes. Los casos más evidentes son los de maquinaria agrícola, jugueros, producción frutihortícola, industria de la madera, bodegueros, conservas, celulosa y papel”.
Las apreciaciones de Rato y Krueger coincidieron con el inicio de la tarea de la misión del FMI en Buenos Aires. John Thornton, jefe de la delegación, y John Dodsworth, representante permanente en Argentina, se entrevistaron con el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay. Su trabajo concreto consiste en verificar que el país haya cumplido con las metas comprometidas en el acuerdo vigente. Se trata de la tercera revisión. El Gobierno está tranquilo porque superó holgadamente los objetivos fiscales y monetarios. Y anteayer envió una fuerte señal a Washington al girar al Congreso el proyecto de ley de Responsabilidad Fiscal, que pone límites al gasto y al endeudamiento en las provincias.
El FMI intentó vanamente durante años poner un cepo al gasto de los distritos del interior, objetivo que no pudo cumplir porque sus acuerdos son con los gobiernos nacionales, no con las provincias. Ahora, es el Gobierno el que compromete a los gobernadores a ajustar sus presupuestos. Puede hacerlo porque las provincias dependen de la Nación para refinanciar sus deudas. La nueva ley establece que los distritos que no respeten las pautas fiscales y de endeudamiento se quedarán sin la asistencia del gobierno central.
A pesar de ello, Krueger insistió en que el Gobierno debe ser más estricto. “Una de las cosas que viene mal es la relación fiscal entre la Nación y las provincias. Hasta ahora, año a año el Gobierno ha sido capaz de mantener (el gasto provincial) bajo control, pero ahora está aumentando y tienen que pararlo”, reclamó. El FMI pretende que además de la ley de Responsabilidad Fiscal, este año se sancione otra ley de coparticipación. Lavagna ya anticipó que esto último seguramente no será posible.
Krueger hasta les echó la culpa a las provincias por el derrumbe de la convertibilidad. Dijo que su exceso de gasto no era consistente con unsistema de tipo de cambio fijo. “En los primeros años de la década del ’90 la economía creció muy fuerte, hasta 8 por ciento anual. Si en ese momento se hubiesen realizado las correcciones que permitiesen la consistencia de las políticas, el caso argentino hubiese sido un éxito”, opinó.