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El Fondo Monetario presiona para que el monotributo, que en teoría pagan cuentapropistas y pymes, sea eliminado. El organismo considera que el Gobierno ha avanzado en la lucha contra la evasión de las grandes empresas. Pero advierte que ahora hay que cobrarles impuestos a los pequeños contribuyentes: “Existe un alto potencial de recaudación entre los pequeños contribuyentes, podrían representar más del 25 por ciento del total de los ingresos fiscales y sólo una mínima porción de esos recursos está siendo hoy recolectada”, afirma un documento elaborado por el Departamento de Estudios Fiscales, dirigido por la recordada Teresa Ter Minassian. El informe asegura que en Argentina el monotributo no aumentó el número de contribuyentes registrados y “no ha dado resultados en la reducción de la evasión”. Los burócratas de Washington pretenden que los contribuyentes chicos vuelvan a pagar Ganancias, IVA y aportes a la seguridad social. Y señalan que “la estrategia (para cobrar impuestos) debe incluir la amenaza real de fiscalización para todos los contribuyentes”, no sólo para los grandes.
El monotributo es el impuesto que, desde 1998, deberían pagar los contribuyentes con una facturación total inferior a los 144.000 pesos anuales. La cuota, según una escala de ingresos o ventas, unifica varios impuestos (Ganancias, IVA y Seguridad Social). Así no sólo simplifica los trámites, además aligera la carga fiscal. La última reforma al sistema, votada en diciembre último, estableció dos grandes grupos de contribuyentes: los profesionales, cuyo tope de facturación no podrá superar los 76.000 pesos mensuales, y el comercio, que mantendrá el techo de los 144.000. El decreto reglamentario de la ley sería publicado esta misma semana.
El documento del FMI (“Administración tributaria y pequeños contribuyentes”) empezó a circular en los últimos días en Washington y fue escrito por los técnicos del Departamento de Estudio Fiscal, conducido por la ex jefa de las misiones a Argentina, Teresa Ter Minassian, quien compite con Anne Krueger por el título de “mujer de hierro” del organismo.
Los puntos sobresalientes del informe son los siguientes:
- En la mayoría de los países de Latinoamérica, la administración tributaria se ha concentrado en la creación de las llamadas “Unidades de Grandes Contribuyentes”, de modo tal que un reducido número de empresas y personas físicas –que ronda entre 1000 y 50.000, según los casos– aportan entre el 80 y 90 por ciento de la recaudación tributaria.
- Sin embargo, la estrategia de recaudación debe extenderse a los pequeños contribuyentes por dos motivos. Primero, el potencial de recaudación puede ser alto, tal vez más del 25 por ciento del total de ingresos. Segundo, sólo una mínima porción de esos ingresos está siendo hoy recolectada.
- Con la privatización de grandes empresas de servicios públicos, creció la subcontratación de cuentapropistas de servicios y microemprendimientos manufactureros, lo cual implicó un ensanchamiento en la base de recaudación potencial en este sector. No obstante, ante la falta de “instrumentos impositivos adecuados”, durante los noventa creció rápidamente la “economía informal” o en negro.
- En años recientes, Argentina ha creado un “impuesto único o monotributo”, con la idea de simplificar los pagos y reducir la evasión entre los pequeños contribuyentes.
- Sin embargo, pese a las declaraciones en contrario, el monotributo en Argentina ha reportado pocos ingresos y no ha dado resultados en la reducción de la evasión impositiva.
- Los estudios preliminares mostraron que menos del 5 por ciento de los aportantes al monotributo fueron identificados como nuevos contribuyentes. La mayoría de los contribuyentes que optaron por este esquema ya estaban registrados.
- El impacto sobre los ingresos fiscales ha sido marginal (1,4 por ciento del total en 2000) y declinante (0,9 por ciento del total en 2002).
- Los pequeños contribuyentes no necesariamente son pequeños perceptores de ingresos. Probablemente declaren tener poca facturación para protegerse bajo el actual paraguas impositivo. Mientras la AFIP desista de destinar recursos para fiscalizar a estos contribuyentes, este fenómeno puede ser significativo.
- Por diseño, el monotributo establece que los contribuyentes pequeños paguen menos impuestos que lo que podrían abonar. Este hecho, en combinación con empresas que buscan eludir el pago de IVA, “es sabido que ha exacerbado la evasión”.
- ¿Cómo debería gravarse a los pequeños contribuyentes? Con Ganancias, IVA y Aportes a la Seguridad Social, aunque con alícuotas diferenciales.
- Para ampliar la base contributiva es necesario, además, incorporar a los pequeños contribuyentes a la red de fiscalización. La estrategia debe contemplar una amenaza real de fiscalización para todos.