ECONOMíA › LA REESTRUCTURACION QUE SE VIENE EN EL SISTEMA FINANCIERO
La banca extranjera busca su lugar
Con apoyo del Fondo, el Banco Central ya imagina otro sistema con menos entidades y nuevas estrategias para las que queden.
Por Claudio Zlotnik
Quedarán menos bancos y los que sobrevivan deberán reorientar su estrategia. Se acabó el crédito, al menos en el corto y mediano plazo, y habrá un fuerte ajuste de personal en el sector. Eso sí, en el Banco Central aseguran que, caiga quien caiga, “se preservará a los depositantes” y que después del corralito se acabaron los manoseos a los ahorristas. Después del default y la devaluación, se viene una fuerte reestructuración del sistema financiero. Y en la city ya hay especulaciones sobre las entidades financieras que quedarán en pie y aquellas que clausurarán su ciclo en la Argentina.
Frente a una comisión del Senado, Mario Blejer, presidente del Central, adelantó que habrá “fusiones” bancarias. El BCRA ya se prepara para supervisar los cambios. Una alta fuente de la institución señaló a Página/12 que las modificaciones empezarían no bien se rubrique el acuerdo con el Fondo. En el cronograma que imaginan en el Central y en Economía se cuenta con el dinero que aportarían los organismos internacionales para asistir a los bancos con problemas.
Expertos en el sistema financiero consultados por este diario coincidieron en trazar diferencias en la suerte que correrán los distintos bancos extranjeros. Sobre las entidades públicas, la misión del FMI dejó un mensaje contundente: deben sanearse los bancos Nación y Provincia de Buenos Aires. Mientras el primero recibió 600 millones de pesos en redescuentos, el Provincia percibió otros 2000 millones a manera de salvataje ante la fuga de depósitos.
En el análisis de los especialistas, la banca extranjera se divide de la siguiente manera:
- Históricos. Son aquellos que, como el Citibank y el BankBoston, llevan varias décadas presentes en la Argentina. Y permanecerán. “Saben que en el largo plazo volverán a ganar”, señaló a este diario el ejecutivo de un banco extranjero.
- Un segundo grupo lo integran aquellos bancos que se expandieron en los últimos años en los mercados emergentes. En un subgrupo figura el inglés HSBC, que llegó a la Argentina en 1998 al adquirir el Roberts, y se lo considera como un especialista en quedarse con entidades débiles. En la city especulan que, por tal motivo, podría expandirse en medio de la crisis. En otro subgrupo está el Sudameris, perteneciente al conglomerado italiano Intesa-BCI. Esta entidad fue una de las que más redescuentos percibió entre las extranjeras: unos 100 millones de pesos. Después de que el grupo italiano vendiera sus filiales en América latina al brasileño Itaú, salvo en la Argentina y Perú, la estrategia futura del Sudameris es una incógnita y aparece en la nómina de los que podrían irse o reducir su exposición al mínimo. Un dato relevante es que el Sudameris aparece como el depositario de los títulos públicos de 200 mil inversores italianos. Por último, este grupo lo integran los españoles BBVA Banco Francés y el Río. Ambos hicieron una apuesta muy fuerte y América latina representa la tercera parte de sus utilidades. Pero la crisis melló su estrategia de potenciar las ganancias. Y los expertos coinciden en que, si bien estos bancos se quedarán en la Argentina, se replegarán. Desaparecido el crédito y sin la captación de depósitos, no tendrán más alternativa que limitar sus operaciones.
- Un tercer grupo quedó para algunos bancos medianos de origen francés. El Bisel (del Crédit Agricole), que podría salir favorecido por el desarrollo de algunas economías regionales por su competitividad después de la devaluación. Respecto de sus colegas Société Generale y BNP, su instalación en la Argentina se decidió por una estrategia a nivel regional y su exposición es limitada. Desde París, el titular del Société ya advirtió que podría desinvertir en el país.
- En el último grupo quedó el Scotiabank Quilmes, de capitales canadienses, que resultó muy golpeado por la crisis. Recibió 76 millones de pesos del Banco Central y fue la primera entidad en caer en default.
- ¿Qué esperan los bancos para definir su nueva estrategia? La mirada de los ejecutivos está puesta en las negociaciones con el Fondo Monetario. De su resultado depende la evolución de la crisis. Por otra parte, en caso de acuerdo, los organismos internacionales prestarán su ayuda para sanear a los bancos. El problema es que, a pesar de que la mayoría de los bancos son privados y extranjeros, ese nuevo socorro redundará en mayores costos fiscales para la Argentina.
En el BCRA se niegan a estimar la cantidad de bancos que permanecerán tras la reestructuración, y se limitan a asegurar que los ahorristas no perderán más. “El Banco Central tendrá un rol muy activo: saldrá a buscar compradores de las entidades que quieran irse y lubricará el sistema con los fondos que aporten los organismos financieros internacionales”, señaló la fuente oficial. Incluso si no se encuentran compradores suficientes, “el BC saldrá en auxilio con fondos propios, si es necesario”. Para Mario Blejer, uno de los modelos de rescate a seguir es el que se instrumentó con el Banco Galicia, en el cual el Central tuvo una participación importante.
No bien se defina el acuerdo con el Fondo, Mario Blejer definirá el programa de salvataje. El FMI ya presentó su opción: la creación de la Unidad de Reestructuración de la Banca Argentina (URBA), que implementará planes individuales de salvación. En todo caso, el FMI quiere que la banca pública y la privada sean examinadas por separado.