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Luego de alcanzar valores record durante la jornada, los precios del petróleo terminaron ayer con una leve distensión. El crudo para entrega en septiembre en el mercado de Nueva York cotizó en 47,86 dólares por barril, al caer 84 centavos, equivalentes al 1,7 por ciento, luego de volver a alcanzar un marca histórica, de 49,40 dólares. Entre las variadas explicaciones dadas por los analistas se destacaron los enfrentamientos de rebeldes chiítas con las tropas estadounidenses en Irak. Las cotizaciones record comenzaron a bajar luego de conocerse informaciones, que a la postre resultaron ser falsas, de que las fuerzas de ocupación habían recuperado la ciudad de Najaf, en poder de los rebeldes. Según muchos analistas, si se mantienen las continuas subas del crudo podría frenarse el crecimiento mundial. Una muestra la dio ayer la compañía aérea United, que dijo verse obligada a aumentar sus tarifas “para compensar” los aumentos en los combustibles. A pesar del clima enrarecido, la Casa Blanca desestimó por ahora utilizar sus reservas petroleras estratégicas para calmar los mercados, pues estimó que la medida sólo tendría efecto en el corto plazo. Desde Yakarta, el presidente de la OPEP, Purnomo Yusgiantoro, dijo que esperaba que en la próxima reunión de septiembre, en Viena, los miembros del cartel “alcancen un resultado significativo para superar el gran problema” de la suba de precios.