ECONOMíA › LUEGO DEL PICO INVERNAL, LA CRISIS ENERGETICA DA UN RESPIRO
Las centrales térmicas vuelven al gas
A partir de septiembre próximo y hasta abril de 2005 las centrales térmicas que generan electricidad a partir de gas o combustibles líquidos deberán utilizar exclusivamente gas natural. Así lo establece una resolución de la Secretaría de Energía. La razón esgrimida es reducir la deuda de Cammesa, compañía que administra el sistema eléctrico, con las generadoras. La resolución enfatiza que la única manera en que podrá saldarse dicho déficit será a través de los aumentos de los precios mayoristas, subas que antes o después deberán trasladarse a los consumidores finales.
La crisis energética de la primera mitad del año, particularmente evidente en el suministro de gas, obligó a la sustitución de parte del consumo de gas natural de las centrales térmicas de ciclo combinado. El sistema de generación eléctrica todavía consume diariamente alrededor de 8000 toneladas de fuel oil y otras 250 toneladas de gasoil. En ambos casos se trata de combustibles más caros que el gas natural, lo que dio lugar a un aumento notable de los costos de generación. En consecuencia, los mayores costos debieron ser cubiertos por el Fondo de Estabilización del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), fondo que es administrado por Cammesa, una firma sin fines de lucro integrada por el Estado, generadoras, distribuidoras, transportistas y grandes usuarios.
Como podía esperarse, mayores costos en la generación y tarifas planchadas significaron que se agrave el déficit del Fondo de Estabilización del MEM. Aunque el fondo ya fue compensado en algunas oportunidades con aportes estatales, se trata de una “deuda flotante” en la que todavía no resulta muy claro quién será el pagador. Se supone que el mayor costo de generación debería ser pagado por los consumidores, pero esta alternativa quedó vedada por la regulación tarifaria. En consecuencia, la deuda del “sistema” eléctrico con la generadoras alcanzó, según la última liquidación, la correspondiente a junio pasado (se liquida cada 60 días), los 620 millones de pesos, de los que 520 millones corresponden a despacho al MEM y otros 100 millones a una deuda con la provincia de Corrientes.
La resolución publicada ayer en el Boletín Oficial brinda pistas sobre lo inevitable. Sostiene que para que los acreedores del sistema cobren el total de la deuda “será necesario que el Estado nacional complemente aumentos de precios estacionales del MEM que deberán ser trasladados a usuarios finales, con aportes del Tesoro Nacional”. Pero hasta que ello ocurra se aprovechará la caída de la demanda estacional, propia del fin del período invernal, para que el sistema deje de consumir los combustibles más caros. Esta posibilidad quedará relegada sólo a “circunstancias excepcionales”.
La decisión de la Secretaría de Energía no debe interpretarse como una consecuencia del fin de los problemas de oferta de gas. Para el especialista Jorge Lapeña, las razones estructurales de la crisis energética continúan presentes. El consumo de electricidad aumentó entre el 6 y el 7 por ciento sin que aumente la capacidad de generación, se continúa importando gas desde Bolivia y no se mejoraron las redes de distribución, explicó. Sólo puede decirse que “no estamos en el período agudo de la crisis”, sostuvo.