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Eduardo Guerra, directivo de Industrias Metalúrgicas Pescarmona, se levantó de su butaca en la tercera fila del auditorio adonde se desarrollaba el seminario de Industriales y pidió la palabra. Micrófono en mano, atacó: “El gobierno sanjuanino hizo una adjudicación directa de la obra del dique Caracoles. A nosotros ni siquiera nos invitó a cotizar”. La situación, inédita en encuentros empresarios, provocó la inmediata reacción del gobierno local. Minutos después, se presentó el ministro de la Producción, Roberto Giménez. “No hay ninguna adjudicación directa, lo que hicimos fue destrabar una obra congelada desde hace años”, afirmó. El gobierno nacional pondrá 300 millones de pesos para realizar la obra, que arrastra una larga historia de acusaciones cruzadas entre empresarios y funcionarios, y en la que se llevarían gastados más de 150 millones de dólares. El gobernador José Luis Gioja intervino en la polémica unas horas después. “Son todas acusaciones infundadas. Pescarmona está enojado, pero no tiene ninguna razón”, aseguró. Impsa sugiere que la adjudicación directa benefició al Grupo Techint, que construirá el dique. Julio De Vido tomó distancia: “Todo lo que tiene que ver con la contratación lo resuelve la provincia”. Quienes conocen el trasfondo de la pelea, comentan que el enojo de Pescarmona nace en la promesa incumplida del ex gobernador Wbaldino Acosta de concederle la obra.