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El titular del Banco Central, Martín Redrado, volvió a ratificar ayer que no habrá cambios en la política monetaria y que su prioridad estará en flexibilizar el acceso al crédito por parte de las pymes. Durante dos horas, Redrado mantuvo una reunión a puertas cerradas con los diputados de la Comisión de Presupuesto. En ella, no dijo nada que no hubiera comentado en la audiencia pública del Senado en la que adelantó sus objetivos como responsable del BCRA.
Aunque previsible en sus afirmaciones como en sus respuestas, algunos dichos del flamante presidente del Central llevaron a algunos diputados a criticarlo con fuerza. “Estamos en un momento de crecimiento del empleo”, le respondió Redrado a Mario Cafiero, cuando el diputado quiso saber si consideraba que la actual política monetaria favorecía la creación de empleo. La respuesta del golden boy del menemismo, hoy remozado por el kirchnerismo, marcó el momento de mayor tensión de un encuentro, que estuvo vedado a la prensa y a los asesores parlamentarios.
Claudio Lozano le recordó que de los nuevos empleos del último año, el 83 por ciento que se registra pertenece a gente que cobra los planes sociales o trabaja en negro. Superado el mal trago, la reunión volvió a la calma. Esto no impidió que continuara el cruce con algunos legisladores. Estos principalmente le cuestionaron la falta de orientación del crédito hacia los sectores medios y bajos por parte de la política del Central.
Luego de escuchar el informe de Redrado, el diputado de la Central de Trabajadores Argentinos aseguró que “la continuidad de la actual política monetaria implica que el crédito hipotecario y prendario siga orientado a la población de mayores ingresos, que es el 10 por ciento de la población”. Para el diputado, esto no implica un impulso a la reactivación económica, ni mucho menos. “El contexto indica que sólo se financiará el consumo de los sectores de altos ingresos, que como tiene un alto componente importado tampoco favorecerá la reactivación productiva”, sostuvo Lozano.
Si bien Redrado ratificó los lineamientos monetarios vigentes, no avanzó en precisiones sobre decisiones políticas vinculadas al rol que se le piensa dar al sistema financiero o los límites –si es que se piensa ponerle uno– a la banca extranjera.
Para los legisladores de la oposición, las definiciones de Redrado no implican ningún cambio en la distribución de los ingresos. Por ello señalaban que los enunciados del nuevo titular del Central –la baja de la tasa de interés, o garantizar el crédito a largo plazo– tropezará con la gran exclusión social. Para ellos, el enfoque monetario actual reproducirá la desigualdad y la desindustrialización del país. En cuanto a los índices de inflación y el valor del dólar aseguró que se mantendrá en lo previsto en el presupuesto 2005. Así como para los opositores fue una crítica, para el oficialista Julio Gutiérrez (PJ) la continuidad de la política económica es un logro.