ECONOMíA
Buena recepción en los mercados, pero rechazo de bonistas italianos
Tras la oferta por la deuda repuntó la cotización de los títulos en default. El buen clima financiero contrastó con las amenazas que llegaron de Italia.
Aunque todavía quedan algunos detalles de la propuesta de la deuda que permanecen ocultos, la reacción de los financistas fue positiva. Los bonos en default subieron entre 0,8 y 1,2 por ciento y algunos de ellos, como el Global 2018 o el Global 2031, se encuentran en valores record. Los Boden, en tanto, que surgieron tras la devaluación, mejoraron hasta 1,7 por ciento, como fue el caso del Boden 2013. La percepción en la city es que el Gobierno logrará un nivel de aceptación superior al 70 por ciento. “Esperamos que tenga el mejor de los resultados. Es un paso muy importante para normalizar y volver a construir la Argentina seria que todos deseamos”, apuntó Néstor Kirchner durante la realización de un acto en el conurbano bonaerense.
Con las subas de ayer, los bonos en cesación de pagos se ubicaron en torno de los 32/33 dólares, rango que está en línea con la propuesta de Economía. Un informe elaborado por el banco de inversión estadounidense JP Morgan señaló que, en promedio, el Gobierno reconocerá entre 31,6 y 34,6 dólares por cada 100 dólares originales en la suscripción de los nuevos bonos Discount. Y entre 29,9 y 33,7 dólares en el caso del Par. El hecho de que esté en el piso o en el techo de esa banda depende de la tasa de descuento (riesgo argentino) que se aplique: del 10 u 11 por ciento.
En sus declaraciones de ayer, Kirchner dijo que la quita de la deuda será del 75 por ciento “del valor presente”, no ya sobre el valor nominal como sostenía antes el Gobierno. Los cálculos que hacen en las consultoras de la city y en los bancos de inversión indican que la poda será inferior.
El banquero Jorge Brito, titular de Adeba, la cámara que agrupa a los bancos privados nacionales, fue uno de los que salió en respaldo de la propuesta oficial. “La Argentina no puede pagar más. Podrá gustar o no, pero si vemos los números, el país no puede pagar más que esto”, afirmó. Brito aventuró que la aceptación de la oferta superará el 70 por ciento. Desde la perspectiva oficial, Felisa Miceli, presidenta del Banco Nación, defendió la oferta: “La Argentina no debería tener problemas para cumplir con sus compromisos si se mantiene la racionalidad económica: un tipo de cambio competitivo y superávit fiscal”, analizó. Respecto de la adhesión a la oferta, Miceli se mostró cauta: “Estaría contenta si se logra entre 50 y 60 por ciento”, dijo.
La presentación completa que se hizo ante la Comisión Nacional de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), de unas 150 páginas, aún no se divulgó. Mantiene su condición de “confidencial”, al menos hasta que el organismo la apruebe, dentro de 10 a 15 días. Guillermo Nielsen, secretario de Finanzas, tiene previsto salir de gira promocional el lunes 29. Allí figuran detalles que se desconocen pero que importan a los bonistas, como el funcionamiento de la “cláusula de salida” del canje. Tampoco se sabe el volumen de emisión en cada moneda (dólares, yenes, euros y pesos).
El buen clima financiero incluyó al mercado cambiario. El dólar cayó un centavos y terminó a 2,97 pesos para la venta en las principales agencias del microcentro. Incluso, el Central se vio obligado a incrementar su intervención, a 30 millones de dólares, para evitar un retroceso más pronunciado. Al revés de lo ocurrido en la jornada en la cual se conoció la propuesta, ayer las acciones registraron una caída. Fue del 1,1 por ciento, y el índice MerVal quedó en 1299,9 puntos.
El día después, los bonos se convirtieron en las estrellas de la jornada. El Global 2018, que se encuentra en default, tocó su máximo histórico de 98,80 pesos. Lo mismo ocurrió con el Global 2031, que cerró en 96,35 pesos. La mayoría de estos bonos se encuentran en las carteras de las AFJP privadas, que rechazaron la pesificación.
A pesar de la buena recepción de la city y de Wall Street, los bonistas italianos volvieron a rechazar el convite. Tulio Zembo, representante legal de la Asociación de Consumidores Bancarios de Italia, desconoció que existe una mejora en la oferta. Dijo que “es la misma de siempre” y anticipó que los jubilados italianos “no la aceptarán”. Zembo se mostró afavor de que la quita de la deuda argentina alcance a los organismos internacionales. “El Fondo Monetario puede esperar 40 años para cobrar. Nuestros jubilados no”, sugirió.
Se calcula que existen un millón de pequeños inversores. La mitad de ellos se encuentra en la Argentina y el resto en Europa, la mayor parte en Italia y Alemania. Para contactarlos, Economía contrató a una compañía “cazabonista”, de origen estadounidense. Ahora que la oferta se lanzó, corre el tiempo para individualizarlos y convencerlos. Roberto Lavagna aseguró que el canje se abrirá el 29 de este mes y concluirá el 17 de enero. Sin dudas, serán 50 días calientes.