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El subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, John Taylor, reconoció ayer el “éxito” de la reestructuración de la deuda argentina y se sumó así a su jefe, John Snow, quien lo había calificado como “un hito”, aunque advirtió que la Argentina debe resolver la situación de los bonistas que no ingresaron al canje.
“El hecho de que la tasa de participación fue mayor a la esperada fue sin duda una señal de éxito, pero al mismo tiempo hay acreedores que no han sido atendidos y eso es algo que Argentina va a tener que resolver”, dijo Taylor en un reportaje efectuado por la agencia de noticias Dow Jones y que fue reproducido por diversos medios electrónicos.
De esta manera, Taylor explicitó el reclamo de negociar con los denominados bondholds, los acreedores que no aceptaron la propuesta del gobierno argentino, que hasta el momento era dicho por “fuentes oficiales”, tanto de los Estados Unidos como de otros países miembro del Fondo Monetario Internacional.
La renegociación con los que no ingresaron al canje “es algo que estamos ansiosos por escuchar de parte de ellos (en referencia a la Argentina)”, afirmó el funcionario. Pese a que desde el mismo día en que se anunció que el nivel de adhesión al canje de deuda alcanzó el 76,07 por ciento distintos grupos financieros comenzaron a presionar para que se reabriera el canje, el presidente Néstor Kirchner aseguró que la operación no será reabierta. Estas declaraciones de Taylor se suman a las realizadas 24 horas antes por el secretario del Tesoro, John Snow, quien calificó como “un hito” el canje de la deuda, aunque reclamó las reformas pendientes, entre ellas la renegociación de los contratos con las empresas de servicios públicos. Desde los Estados Unidos, “los urgimos (a los argentinos) a continuar en el camino de las reformas que se han comprometido”, dijo Snow. Por su parte, Taylor se abstuvo de opinar sobre cómo debería ser un eventual acuerdo entre la Argentina y los bonistas que rechazaron el canje.