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El titular del Banco Central, Martín Redrado, fue elegido como nuevo presidente del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) para los próximos dos años. El Cemla es un organismo conformado por todos los bancos centrales de la región y aspira a ser un espacio de coordinación de políticas monetarias. La elección de un presidente argentino fue interpretada por el Gobierno como un reconocimiento de que el país ya no está en default y, en este sentido, como un desafío a los organismos financieros internacionales.
Este fin de semana en Cartagena de Indias, Colombia, donde fue elegido, Redrado contó con el voto unánime de sus pares. La propuesta de elección fue presentada por el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, y apoyada explícitamente por los bancos centrales de México y Chile. El marco fue la Asamblea Anual de Gobernadores del Cemla.
El Cemla fue creado en 1952 y funciona como una suerte de organismo rector de las políticas monetarias y financieras en el ámbito regional. Su función se fortaleció con la nueva realidad de los países de la región, que tras las crisis de fines de los ’90 tienen sistemas de tipos de cambio flotantes salvo en los países que, como Ecuador y Panamá, optaron por la dolarización.
Fuentes del Banco Central informaron que Argentina fue elegida también para presidir el Comité de Auditoría del organismo. La asamblea de gobernadores acordó, además, las prioridades de trabajo para la gestión que encabezará la Argentina. Entre sus objetivos se cuenta la organización de encuentros entre técnicos de los bancos centrales de la región y sus pares asiáticos para el intercambio de ideas y experiencias en materia de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Lo que quiere decir que desafiar a los organismos internacionales no significa necesariamente desdeñar la agenda que preocupa a Washington.
Aunque todos los economistas fundadores de consultoras afirman abandonarlas cuando dan el salto al sector público, a veces resulta inevitable descubrir algunas correlaciones. La Fundación Capital, en la que se refugió el neoprogresista Redrado luego de su paso por el gobierno de Carlos Menem, difundió ayer un informe semanal que trascendió el ámbito nacional para centrarse nada menos que en la realidad social latinoamericana. Su tesis fue una suerte de llamado regional al “derrame” económico. La fundación describió que los “éxitos económicos” de América latina todavía no se aprecian en el plano social. ¿Podrá Redrado desde el Cemla contribuir a revertir esta injusta situación en materia de distribución del ingreso?