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Los fabricantes de indumentaria, calzados, juguetes, electrodomésticos y demás productos de consumo y uso final celebraron por la medida del Gobierno que obliga a los importadores a adelantar el pago de sus compras. Se trata de una resolución que adoptó el Banco Central, en sintonía con el Palacio de Hacienda, para apuntalar el tipo de cambio. El objetivo de la resolución es forzar al sector privado a que salga al mercado a comprar dólares, que a partir de ayer estará obligado a desembolsar cada vez que pretenda hacer una importación de aquellos bienes. Hay 1800 productos involucrados, que en 2004 representaron importaciones por 4200 millones de dólares. Más allá del efecto monetario, los industriales consideran que la medida es un desincentivo a la importación.
El Banco Central precisó ayer que los bienes alcanzados son todos los alimentos para el consumo (aceites, envasados, frutas y pescados, entre otros), electrónicos, celulares, autos, ómnibus, carrocerías y herramientas para uso doméstico. “Son los bienes de consumo no durable que se encuentran en la góndola de los supermercados y también algunos bienes de consumo durable”, indicó Débora Giorgi, especialista en comercio exterior. Los importadores están furiosos con la medida, que interpretan como “una acción paraarancelaria fenomenal”, según dijo el despachante Oscar Lizarraga.
Por el contrario, los industriales se mostraron entusiasmados porque el Gobierno los favorece por dos lados. En primer lugar, porque muestra decisión para sostener la cotización del dólar. Y al mismo tiempo, porque entorpece las importaciones de bienes de consumo, que son los sectores más afectados por el crecimiento de las compras al exterior, con China y Brasil a la cabeza. “La nueva disposición del Central es suficiente castigo para los brasileños, porque no permite a los importadores operaciones a 90 días con cartas de crédito”, destacó Alberto Sellaron, presidente de la Cámara del Calzado.
Por su parte, Miguel Faraoni, presidente de la Cámara del Juguete, dijo que “la medida es buena pero no resuelve el problema de fondo de nuestro sector”. “Es probable que los supermercados nos pidan más crédito a nosotros para pagar al contado las importaciones”, advirtió.
Adefa, la cámara que agrupa a las terminales automotrices, comentó que está analizando el impacto de la medida y adelantó que a mediados de la próxima semana definirá su posición. Los autos importados cubren el 60 por ciento de la demanda interna. Desde la Cámara de Importadores y Exportadores, Adriano De Fina indicó que “no estamos en contra de la medida porque no afecta la importación de insumos para la producción nacional”.