ECONOMíA
El Banco Central salió de compras, a pesar del FMI
Para sostener el precio del dólar, intervino con compras por casi 90 millones, apenas horas después de conocerse la desaprobación del Fondo a estas prácticas oficiales.
A pesar del reclamo del FMI para que el Banco Central dejara de intervenir en el mercado cambiario, la autoridad monetaria concretó ayer una fuerte compra: 89,3 millones de dólares. Le permitió subir un centavo la cotización del billete verde, que terminó en 2,90 pesos para la venta en las casas de cambio. La pulseada con el Fondo Monetario no se limitó a la cuestión del tipo de cambio. Roberto Lavagna aseguró que la Argentina ya “está lista” para comenzar a debatir un nuevo acuerdo, que esas conversaciones podrían empezar el mes que viene, y que si ello no sucede será problema del organismo.
El Fondo Monetario quiere que el Central y el Banco Nación dejen de adquirir dólares para habilitar una baja en la cotización. Advirtió que si se siguen emitiendo pesos para comprar dólares, la Argentina se expone a un rebrote inflacionario. Detrás de su pedido, el FMI esconde un doble objetivo: por un lado, una baja del dólar le permitiría a la Argentina aumentar los pagos a los acreedores y, por el otro, las empresas y bancos extranjeros se verían beneficiados porque podrían remitir más divisas a sus casas matrices.
El Gobierno se niega a seguir la receta que baja desde Washington y está jugado a mantener el dólar en torno de los valores actuales. En lo que va del mes, entre el BCRA y el Nación embolsaron nada menos que 1868,7 millones de dólares. Todo indica que se quebrará el record de compras del mes pasado, que había ascendido a 1928 millones. Si bien los productores agropecuarios aceleraron sus liquidaciones en las últimas semanas, ante el temor de una baja en el tipo de cambio, todavía queda todo el mes de julio con fuertes ventas de dólares.
Lo cierto es que la fuerte presencia del Central no se traduce en una expansión monetaria, que es lo que aduce el Fondo para reclamar su urgente corrimiento del mercado. El paso que sigue a la emisión de pesos es su absorción mediante la colocación de Letras (Lebac) y Notas (Nobac).
En el marco de este tironeo por el precio del billete verde, Lavagna respondió anteriores dichos del vocero del FMI, Thomas Dawson, quien había sugerido que las negociaciones con la Argentina comenzarían recién cuando el Gobierno lo solicitara. Ayer, el ministro reveló que en un borrador interno del organismo ya estaba pautado que las negociaciones se iniciarían el próximo 16 de julio. Y que el gobierno argentino está en condiciones de cumplir con esa agenda. “La Argentina ya está lista; (pero) el FMI no está listo por cuestiones de calendario”, señaló Lavagna en declaraciones a un programa de televisión. “Si se puede acortar el plazo, mejor”, insistió, como para dejar en claro que la pelota está en Washington y no en Buenos Aires.
De todas maneras, Lavagna le bajó las expectativas a un posible acuerdo. En ese sentido, recordó que “el 70 por ciento de los últimos tres años estuvimos sin acuerdo o con un acuerdo precario”. De esa manera, el titular del Palacio de Hacienda intentó demostrar que aun con esa relación inestable, la economía pudo crecer a un ritmo muy fuerte.