ECONOMíA
Para Economía la mejor defensa es un buen ataque
Desde el equipo de Lavagna criticaron a los gurúes privados por los “pronósticos equivocados” que hicieron de la inflación de julio. Admiten que aún hay precios que deben “acomodarse”.
La mejor defensa, también para los economistas, es un buen ataque. El subsecretario de Programación, Sebastián Katz, afirmó que “hubo pronósticos equivocados, mal formulados” por parte de los consultores privados que vaticinaban una inflación para julio superior al 1 por ciento que finalmente registró el Indec. Sin embargo, el funcionario de Lavagna admitió que “todavía hay precios que restan acomodarse”.
Katz es quien se encargó de negociar los últimos acuerdos de precios con diversos sectores productivos, como el avícola. Ayer no sólo fustigó a sus colegas que se dedican a la consultoría privada sino que buscó además tranquilizar a la opinión pública.
“Estas subas de precios ocurren en un proceso de exceso de oferta en el mercado de cambios”, por lo cual “no hay factores o fundamentos de naturaleza macroeconómica que permitan afirmar que estamos frente a una escalada o una aceleración inflacionaria”, explicó el funcionario.
Las declaraciones de Katz no fueron casuales. No hay nada que preocupe más a Lavagna por estos días que la posibilidad de que los aumentos de precios de los últimos meses alienten expectativas de inflación en todos los actores sociales y se dispare así, como en los viejos tiempos, un proceso de indexación generalizado de la economía.
“Hubo pronósticos de analistas del sector privado que proyectaban una aceleración de la tasa de inflación a niveles un poco más elevados, que fueron erróneos”, indicó luego el hombre de Lavagna que elabora las proyecciones oficiales.
Sin embargo, admitió que el resultado de julio “no quiere decir que no haya sido un índice relativamente elevado” y reconoció que “todavía hay precios que restan acomodarse”. Al respecto, señaló que “tras el colapso de la convertibilidad, hubo una primera fase donde un conjunto de precios, en particular los de los servicios, que en términos relativos quedaron rezagados”. “Recién en la última parte de 2004 y durante 2005, experimentaron una recomposición importante”, añadió Katz, y enfatizó que “este proceso de recomposición de precios relativos es lo que explica las subas de precios”.
“Lo que hay que cuidar en este proceso de reacomodamiento de precios relativos es que no haya mecanismos de propagación de estos impulsos a través de expectativas”, completó el colaborador de Lavagna.
Por otro lado, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, dijo ayer que confía en que “la inflación no se va a salir de control”. El empresario rechazó eventuales trabas a la libre competencia. Pero aclaró que “no vemos en la agenda de nadie en el Gobierno la posibilidad de aplicar controles de precios”.
De la Vega afirmó, además, que el aumento de ventas en los comercios continúa. Pero advirtió que la “incógnita es el mediano plazo” y que “hay que despejar dudas de los empresarios”. En este sentido, remarcó que “hay un montón de temas pendientes: Tenemos que ver qué va a pasar con las tarifas y cómo van a ser los mecanismos para su actualización”, precisó.