ECONOMíA
Retenciones jugosas con riesgo de escasez petrolera
El aumento del precio de los hidrocarburos le permitirá al Estado recaudar, vía retenciones y regalías, 2500 millones de dólares de la renta petrolera. Las dudas quedan para el futuro.
Por Claudio Zlotnik
El precio record del petróleo tiene hoy al Estado como un socio privilegiado. Tanto que este año casi le permitirá empardar lo que se recauda con el boom de la soja por retenciones. Por este concepto embolsará alrededor de 1500 millones de dólares. Monto al que deben añadirse otros 950 millones que les quedarán a las provincias productoras por las regalías. El escenario parece óptimo si no fuera que los bolsillos llenos de hoy pueden transformarse en un dolor de cabeza dentro de poco: al actual ritmo de ventas al exterior, la Argentina dejaría de autoabastecerse dentro de dos años.
El barril de crudo WTI, que sirve de referencia para la Argentina, se cotizó el último viernes a 66 dólares. Un pequeño respiro respecto de los 67,50 del día anterior. Los especialistas coinciden en que estos valores se mantendrán en el tiempo y que incluso existen chances de que el crudo continúe encareciéndose.
A nivel internacional el tema es preocupante, porque el fenómeno podría derivar en una desaceleración sensible en el ritmo de crecimiento de las economías centrales. En la Argentina, el precio de los combustibles se encuentra congelado por dos razones: un acuerdo implícito entre el Gobierno y las empresas y el hecho de que existen fuertes retenciones a las exportaciones que, justamente, disciplinan el mercado interno.
La consultora M&S, de los economistas Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo, realizó un informe sobre el impacto económico del súper petróleo. Queda claro que las empresas del sector que exportan y el Estado se están beneficiando con la situación.
- Exportaciones. Producto de que el precio del crudo saltó del promedio de 41 dólares del año pasado a los actuales 66, se estima que las ventas al extranjero llegarán a 6900 millones de dólares. En 2004 fueron por 6000 millones. Entre un año y otro, el volumen exportado cayó 14 por ciento.
- Retenciones. Por el actual esquema de retenciones móviles, el Estado se apropia del 45 por ciento de las exportaciones de petróleo crudo. La recaudación podría duplicarse: de los 830 millones de dólares recaudados en 2004, ahora pasarían a 1500 millones. Cerca de los 1800 millones de dólares de las retenciones que el Estado percibe por las ventas al extranjero del complejo sojero.
- Regalías. Las diez provincias que cobran hasta un 12 por ciento por la producción petrolera recibirán este año entre 1100 y 1200 millones de dólares. Es el doble de lo que recaudaban hace tres años. Chubut, Mendoza, Neuquén y Santa Cruz aparecen como las más beneficiadas: reciben el 86 por ciento del total.
- Precios. Según Melconian y Santángelo, la nafta debería aumentar entre 20 y 30 por ciento. Ese sería el impacto por la suba del crudo, aun manteniendo el actual esquema de retenciones. Significa que el litro de súper debería costar entre 2,27 y 2,46 pesos.
- Inflación. No se descarta un impacto sobre los precios de los derivados del petróleo, como aceites y plásticos. De hecho, los lubricantes registraron remarcaciones del 5 por ciento promedio en las últimas semanas.
- Empresas. El impacto varía según su posición en el negocio. Las productoras que se limitan a exportar son las más beneficiadas ya que, una vez descontadas las retenciones, embolsan toda la súper renta. Chevron y Pan American Energy figuran en esta lista. Hay que tener en cuenta que, según calculan distintos especialistas, el costo de extracción del barril ronda los 8 dólares. Algo distinto es el caso de Repsol-YPF y de Petrobras. También obtienen fuertes ganancias, pero como no pueden trasladar la suba del crudo a la venta de combustibles en el mercado interno, la rentabilidad es inferior a la que desearían. Shell y Esso están en la peor posición: compran el crudo a las productoras a precio de mercado (neto de retenciones) y venden al mercado local a valores que no siguieron la escalada del crudo. En parte aparecen compensadas por sus exportaciones de lubricantes, que tienen una retención de tan sólo el 5 por ciento.
El panorama luciría apropiado si no fuera porque el estado no toma medidas para limitar las exportaciones.