ECONOMíA › RENTA DEL AGRO
Si querés llorar...
Por Maximiliano Montenegro
El último informe económico del Banco Río acaba de darle al Gobierno un argumento inapelable en caso que sea necesario elevar las retenciones a las exportaciones agropecuarias para “disciplinar” los precios de los alimentos en el mercado interno. Según el trabajo, la rentabilidad de los productores agropecuarios es hoy un 88 por ciento superior a los niveles observados en 1996, un año como el actual de muy buenos precios en el mercado internacional.
Si el número anterior fuera cierto –y no hay elementos para sospechar de animosidad alguna contra los empresarios y productores agropecuarios por parte del Banco Río– refutaría todas las quejas y presiones del sector por las retenciones a las exportaciones. Más aun, teniendo en cuenta que actualmente gravan a los cereales con un nivel máximo del 20 por ciento y a las carnes con un 5 por ciento, el gobierno bien podría elevarlas sin amenazar la marcha de los agronegocios.
De acuerdo con el documento del Río, hay dos elementos que juegan a favor de las superganancias de las exportaciones primarias: por un lado, el dólar alto; por el otro, los excelentes precios en los mercados internacionales. Estos últimos se encuentran hoy un 20 por ciento por encima del promedio de la serie histórica.
“La mejora de los márgenes (de utilidad del sector) se ve reforzada por el hecho de que los precios de las commodities medidos en dólares se encuentran hoy en los niveles del año 1996. Dicha mejora también se también respecto del primer trimestre del 2002, momento en que producto del abandono de la convertibilidad el dólar realizó un salto, aunque los precios todavía no se habían ajustado”, explica el informe.
Si considera que el Gobierno ha explicitado en infinidad de oportunidades su intención de defender a rajatabla la política de tipo de cambio real alto, para los economistas del Banco Río el escenario de bonanza para los productores agropecuarios e industrias vinculadas perduraría, al menos, hasta el primer trimestre del 2007: “Si bien los mercados de commodities son altamente volátiles, dificultando las posibilidades de hacer pronósticos, existen una serie de factores, tales como el crecimiento económico de China y su rol como demandante de productos que nuestro país produce y comercia con el resto del mundo, que parecieran garantizar este escenario al menos por los próximos 18 meses”.
Visto desde una perspectiva fiscal, los altos precios de las materias primas otorgan al Gobierno un amplio margen de maniobra. Con estas alícuotas, las retenciones seguirán ofreciendo una suculenta recaudación: 2,4 por ciento del PBI, unos 11 mil millones de pesos al año. Subir las retenciones, para contener los precios internos, sólo acercaría más ingresos al fisco, sin matar a la “gallina de los huevos de oro”.