ECONOMíA
El ajuste de tarifas puede esperar, pero el gas oil no
Lavagna negó “en forma terminante y definitiva” que vaya a disponerse un aumento de tarifas en junio. Negociarán la compensación de costos operativos a las concesionarias. En tanto, el gas oil sigue subiendo pese a los esfuerzos oficiales por contenerlo.
Por Raúl Dellatorre
Las tarifas públicas le están empezando a quitar el sueño a los funcionarios. Mientras el secretario de Energía, Alieto Guadagni, trata de convencer a los legisladores de la Comisión de Energía de que el ajuste estacional en las tarifas eléctricas no las llevará por encima de los valores del invierno pasado, otros miembros del equipo económico dejaban trascender las pautas de una próxima negociación con las concesionarias de los servicios de agua, gas, teléfonos y electricidad para compensarle el aumento en sus costos operativos, sin descartar la alternativa de tocar tarifas en algunos casos. Ayer, el ministro de Economía buscó desalentar las expectativas sobre inminentes ajustes. “No va a haber aumento de tarifas durante el mes de junio, lo digo en forma terminante y definitiva”, aseguró Roberto Lavagna en una conferencia de prensa. Y aseguró que toda definición al respecto se postergará hasta después de alcanzar un acuerdo con el FMI. En tanto, el gas oil y el gas licuado, fuera de toda regulación oficial, siguen aumentando. Los legisladores de la Comisión de Energía y Combustibles le reclamaron a Guadagni aplicar “mano dura” con las petroleras.
La comisión presidida por el justicialista Arturo Lafalla manifestó su preocupación por la falta de reflejos del Gobierno para enfrentar el fuerte encarecimiento del gas licuado y el gas oil y el desabastecimiento observado en este último producto. Guadagni describió al mercado de combustibles como “sumamente desestabilizado”, una forma elegante de decir que el Gobierno ha perdido totalmente el control. El funcionario buscó tranquilizar a los diputados asegurando que un “acuerdo de cuotificación de exportaciones” con las petroleras permitirá regularizar el abastecimiento. Distintas voces de los bloques justicialista y radical expresaron dudas al respecto, sugiriendo que no habrá normalización del mercado del gas oil y el gas licuado hasta que el Gobierno se decida a echar mano a una regulación sobre los precios del crudo y los productos de refinería. “No hay otra alternativa para un mercado oligopólico como éste”, manifestó uno de los expertos cercanos al justicialismo.
En todo momento, Guadagni buscó revertir ante los diputados la imagen de ineficacia que lo envuelve, dados los nulos resultados obtenidos para contener el alza de los combustibles. Ni siquiera el trabajoso acuerdo logrado para la provisión de gas oil a precio subsidiado al transporte (75 centavos por litro) está rindiendo los frutos esperados, como quedó visto con los paros de los transportistas de carga y de ómnibus de larga distancia de esta semana. El desabastecimiento es una realidad concreta, tal cual se admitió durante el encuentro en la comisión, y por ahora la única carta nueva que puso en juego el Gobierno es el Plan de Emergencia para el Abastecimiento de Gas Oil. Sus herramientas son la desgravación a la importación de gas oil –ya formalizada– y la cuotificación de la exportación de petróleo –propuesta por Guadagni– para garantizar la disponibilidad de combustible en el mercado local.
El funcionamiento del mercado, sin embargo, no parece corroborar la confianza que le tiene a los instrumentos el secretario de Energía. De acuerdo a las propias estadísticas oficiales del primer trimestre –ver cuadro–, la oferta neta de gas oil para el mercado interno disminuyó este año en 445 mil metros cúbicos con respecto al mismo período del año pasado (16 por ciento menos). De dicha merma, el 51 por ciento lo explica la baja en la producción, el 32 por ciento el menor volumen importado y el 17 por ciento restante el aumento de las exportaciones. Las explicaciones pueden diferir, pero el dato incontrastable es que hay menos gas oil disponible que el año pasado.
Pero la caída de la producción no es pareja para todas las refinerías. Las que elaboran su propio crudo, como Repsol YPF, mantienen una “carga” (utilización de la capacidad) elevada, del orden del 90 por ciento. Otras que deben comprar el petróleo a terceros en el país o importado, comoShell o Esso, han reducido sensiblemente su ritmo de refinación con las devaluaciones. El precio del crudo ha sido dolarizado por las productoras, lo que obliga a las refinerías a pagarlo por el precio internacional a la cotización del dólar del día, aunque se trate de petróleo originado en subsuelo argentino.
También mermó, en los primeros meses del año, la disponibilidad de crudo para el mercado interno. En el período diciembre/febrero último la producción apenas aumentó con respecto a un año antes (en 12 mil metros cúbicos), pero las importaciones cayeron (168 mil m3) y las exportaciones aumentaron sensiblemente (620 mil m3). La oferta interna, así, se redujo en 776 mil metros cúbicos: un 10 por ciento con respecto al año anterior.
“Por más que cuotifiquen la exportación, nadie va a obligar a Shell o a Esso a comprar el petróleo a precio internacional y vender nafta o gas oil a precios retrasados con respecto al dólar”, señaló un operador del sector. Desde otro enfoque, un analista que tuvo responsabilidades públicas en el sector, llamó la atención sobre la escasa incidencia que puede tener la exención de impuestos a la importación de gas oil. “¿Quién se va a atrever a importar un barco de gas oil, si no sabe qué valor del dólar va a tener el día que tenga que pagarlo?”, interrogó.
Mientras los diputados ven como un abuso que las petroleras hayan llevado el precio de los combustibles a nivel internacional, las voces empresarias hablan de que todavía existe un “retraso” de los precios locales con respecto a la paridad de equilibrio. Una estimación que elaboraron las petroleras 10 días atrás, con un dólar a 3,30, ubicaba el precio de paridad (comparable al mercado internacional) al usuario en 2,006 pesos por litro para la nafta de 95 octanos, y en 1,424 pesos el litro de gas oil: aproximadamente un 40 por ciento más de los valores alcanzados en surtidor esta semana, tras los últimos aumentos.