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En el marco de versiones que indican que se impondrían nuevas obligaciones a los supermercados, que posibilitarían un mayor seguimiento de sus precios, ayer el jefe de Gabinete señaló públicamente que “sería muy bueno que se haga una investigación” entre las grandes cadenas comerciales para analizar si hubo maniobras de cartelización (acuerdos) para aumentar precios.
Alberto Fernández se refirió ayer a las recientes subas de precios, las que, interpretó, no responden a una sola causa. Pero incluyó entre ellas la conducta de algunos eslabones de la cadena comercial. “Hay que prestar atención en algunos casos, la gente por ahí no lo tiene muy presente, pero en la Ciudad de Buenos Aires la venta está concentrada en muy pocas cadenas de supermercados, de allí que el Presidente plantee la necesidad de que los supermercados revisen sus precios y su política.”
Consultado sobre la posibilidad de que la Subsecretaría de Defensa de la Competencia promueva una investigación sobre la supuesta cartelización, Fernández expresó que “es muy bueno que la economía tenga presente que el efecto de cartelización es muy nefasto. Esto ocurre en todos los lugares del mundo. Sería muy bueno que se haga”.
Conforme a las versiones circulantes, la Secretaría de Coordinación del Ministerio de Economía tendría a estudio un más estricto control de los valores a los que las cadenas de hipermercados venden sus productos, obligándolas a informar tanto el precio actual como el anterior cuando publiquen ofertas. El requerimiento de exhibición de precios y de su evolución cuando hay cambios ya había sido formulado por la Subsecretaría para que las cadenas de hipermercados lo implementaran en forma voluntaria. Pero no hubo respuesta.
Ahora, lo que se busca es no sólo ofrecerle al público mayor cantidad de elementos de juicio en torno del precio de los artículos, sino además permitir un mayor seguimiento de las autoridades para detectar casos de publicidad engañosa.
El ex presidente del Banco Central Mario Blejer sostuvo que los actuales niveles de inflación “no ponen en riesgo la economía”, aunque consideró que “hay que tomar medidas para controlarla”.