ECONOMíA › EL PPP RECHAZO LA OFERTA DE DOLPHIN POR EDENOR
Las acciones no se tocan
Para Alejandro Mc Farlane, titular de Edenor, los previsibles cortes estivales son un hecho casi natural del verano, cuya existencia depende más de cuestiones climáticas que de la pericia de las 1250 cuadrillas con las que la distribuidora se prepara para enfrentar los problemas. A pesar de la brecha que la empresa reconoce entre la demanda creciente y las inversiones menguantes, su presidente considera que “no estamos en crisis ni en emergencia”.
Estos dichos tuvieron lugar horas antes de que el representante del Programa de Propiedad Participada rechazara la oferta realizada por el grupo controlante para quedarse con el 10 por ciento de acciones en su poder. El grupo accionario comandado por Marcelo Mindlin apunta a capturar la mayor parte del paquete accionaria.
El grupo Dolphin ofreció 0,18 dólares por cada acción clase C, proporción equivalente a los 100 millones que pagó por el 65 por ciento del paquete accionario que compró a Electricité de France, devenido en operador y socio minoritario desde el 15 de septiembre.
En su primer análisis formal ante la prensa Mc Farlane subrayó aquella brecha entre lo que ésta invertía y la demanda, estimulada por la recuperación económica. Pero la “rápida respuesta ante el pico histórico de demanda que se registró el 22 de noviembre” pasado, le permite respirar con alivio.
“Se afectó sólo al 4 por ciento de los clientes”, subraya, y las reparaciones se hicieron en “tiempo normal”. Aun así, la compañía estaría tomando unos 600 técnicos para reforzar las cuadrillas que deberán también atender los problemas ocasionados por las tormentas que inundan las cámaras subterráneas o derriban árboles sobre el tendido aéreo: Edenor contabilizó 312 mil plantas que amenazan su red.
La otra decisión es invertir 250 millones de pesos en el próximo quinquenio a partir del año próximo, lo que entraña duplicar los montos destinados al mantenimiento. Para afrontar esas erogaciones, la compañía hoy dispone de una caja de 1500 millones de pesos anuales (en gran medida absorbida por costos crecientes) que se verán reforzados por el ajuste del 15 por ciento a aplicar sobre las tarifas de los usuarios no residenciales.
Eso ocurrirá apenas se apruebe el acta acuerdo que la distribuidora firmó con el Gobierno, en la cual se contempla para el año próximo una revisión tarifaria integral que sí incluirá a los domicilios. Para entonces, Mc Farlane descuenta que un segmento de ellos –los más endebles, como desocupados o demás– podrían beneficiarse con el congelamiento de la tarifa actual, que ronda el peso promedio.