Miércoles, 15 de febrero de 2006 | Hoy
ECONOMíA › BAJO LA HACIENDA PERO NO LOS PRECIOS EN CARNICERIAS
El valor promedio de las cabezas retrocedió 7,2 por ciento desde el estallido de la crisis de la aftosa en Corrientes. Sin embargo, todavía no se trasladó esa baja a supermercados y carnicerías.
Por Claudio Zlotnik
A una semana de la detección del foco de aftosa en la provincia de Corrientes, el tema quedó apoyado sobre tres ejes: la investigación sobre las razones del brote, las negociaciones con los principales clientes externos de cortes argentinos y el precio de la carne. Desde que trascendió el episodio de la aftosa, el valor de la hacienda cayó un 7,2 por ciento en el Mercado de Liniers, tendencia que fue acompañada por las operaciones “privadas”. Esa baja todavía no se reflejó en los mostradores de supermercados y carnicerías.
Luciano Miguens, titular de la Sociedad Rural, archivó sus expresiones hostiles hacia el Gobierno de hace un par de días y ayer se mostró a favor de que el precio de la carne bajara en los comercios minoristas. Incluso sorprendió su reclamo para que se investigaran las causas por las cuales, a pesar de las bajas producidas en el mercado mayorista, esa tendencia no se traslada al público. “Realmente tendría que haberse reflejado, porque si la hacienda en pie baja, tendría que bajar la carne”, sentenció con una lógica que días pasados no evidenciaba. “Al tener mercados preventivamente cerrados (por la aftosa), ahora existe más oferta para el mercado interno”, concluyó. Alberto Williams, representante de las carnicerías, admitió que hay una mayor oferta de ganado pero no así de novillos, lo que impide una baja en los precios.
En Economía se muestran cautelosos. No sería la primera vez que la hacienda baja en Liniers y después esos menores valores no se trasladan a los minoristas. A diferencia de lo ocurrido el mes pasado, cuando la carne cayó un exiguo 0,5 por ciento en promedio, los funcionarios piensan que esta vez los precios bajarán. Afirman que es cuestión de tiempo. De que la tendencia no cambie, por lo menos, durante la próxima semana.
Por ahora se nota que la caída está relacionada con la menor demanda de los frigoríficos. La baja del 7,2 por ciento en Liniers estuvo acompañada de una del 5,5/6,0 por ciento en las operaciones que se pactan por afuera de ese circuito, en las compras directas. La prudencia de los funcionarios tiene que ver, también, con el hecho de que febrero suele ser un mes de retracción en la oferta y de precios volátiles.
Las próximas horas serán claves para terminar de estimar el impacto comercial del brote viral. Y, por lo tanto, de la suerte que corran los precios en el mercado interno. Philip Tod, vocero de la Comisión Europea, confirmó desde Bruselas que, entre hoy y mañana, la Unión, principal destino de las carnes argentinas, se expedirá sobre el tema. Anoche, en el Gobierno estaban convencidos de que Europa prohibirá sus importaciones pero de manera muy parcial: sólo vedaría la entrada de cortes provenientes de los ocho departamentos correntinos linderos al establecimiento San Juan, donde se detectó la enfermedad.
Si Europa toma esa resolución, otros países, como Israel, cuarto en el ranking de consumidores de carnes argentinas, podría rever la anunciada prohibición total de comprar el producto.
El otro foco de atención está puesto sobre Chile. De acuerdo con fuentes oficiales, el gobierno trasandino dejó entrever la posibilidad de flexibilizar la suspensión total de sus compras. Para hacerlo, habría pedido que el Senasa regionalice sanitariamente el país y aísle a la provincia de Corrientes –o bien a los ocho departamentos sospechados– del resto. La cuestión se definiría durante la próxima semana. La especulación en Economía es que Chile necesita abastecerse de carne para evitar presiones inflacionarias y que flexibilizará su férrea posición en caso de que no se detecten nuevos focos de aftosa.
Mientras tanto, el Senasa tomó ayer medidas adicionales. Les reclamó a las entidades agropecuarias que limiten al mínimo los movimientos de hacienda. Y que vuelvan a vacunar a los animales que se decida trasladar. En principio, esta medida de excepción regirá durante los próximos diez días.
De todas formas, en el Gobierno creen que si no aparece un nuevo brote antes del fin de semana, la cuestión estará bien encaminada. El período de incubación de la enfermedad ronda los diez días, lapso que se estaría cumpliendo en las próximas horas, a partir de la denuncia del brote de aftosa en Corrientes. Los animales sacrificados en el campo de los Romero Feris ya tenían signos evidentes de lesiones, lo que indica que la enfermedad ya estaba avanzada y no en su punto de inicio. Es decir, que si hubiera vacas contagiadas, ya tendrían que haberse detectado.
En el caso de que la Unión Europea finalmente acceda a limitar las compras a los ocho departamentos correntinos, el impacto negativo recaerá sobre 2800 a 3000 pequeños productores. En tanto, si se incluye a toda la provincia, los damnificados se multiplicarían por diez, de acuerdo con el relevamiento de los propios ganaderos. Si fuera así, ese sería el principal traspié. Corrientes no figura entre las principales provincias exportadoras y, de hecho, allí reside un solo frigorífico dedicado a las ventas al extranjero.
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