Brasil terminó de rescatar toda su deuda en dólares emitida en la plaza local. Lo hizo a través de recompras en el mercado y mediante sucesivos canjes por títulos nominados en reales. Hace cuatro años, en medio de la crisis con epicentro en la Argentina, la deuda en dólares brasileña equivalía al 40 por ciento del total.

En 2003, Lula empezó con el proceso de desdolarización y ahora se dio la curiosidad de que se convirtió en acreedor de los inversores, por 2600 millones de dólares. La deuda en reales, mientras tanto, siguió aumentando. El stock ya se encuentra en 984.830 millones de reales (unos 460.200 millones de dólares), lo que implicó un aumento de 2462 millones de dólares en el último mes por la acumulación de intereses.

La desdolarización de la deuda, junto con el anuncio de una próxima recompra de deuda por unos 14.000 millones de dólares, aceleró la entrada de divisas a Brasil. Por ese motivo, el real avanzó ayer a su máximo valor de los últimos cinco años: 2,14 por dólar.

En cambio, el peso va en camino inverso. Ayer se desvalorizó un centavo y el dólar terminó en 3,09. Las compras del Central totalizaron 54,6 millones de dólares y en lo que va de la semana ya rondan los 150 millones. Mientras tanto, el índice de acciones líderes MerVal no tuvo cambios en la rueda y quedó en 1669 puntos. Los buenos balances empresarios –ayer Banco Galicia anunció una ganancia de 191 millones– no lograron mejorar el resultado.