La suspensión de la demanda que Telefónica impulsaba contra el Estado argentino abrió ayer la posibilidad de nuevos entendimientos entre Néstor Kirch-ner y José Luis Zapatero. Tanto es así que, minutos después de darse a conocer la buena noticia, el Gobierno informó que el Presidente viajará a Madrid antes de mitad de año para avanzar en acuerdos políticos e impulsar otros comerciales con su par español.

En diciembre, Alberto Fernández y Felisa Miceli estuvieron en Madrid para aceitar la relación bilateral. El jefe de Gabinete y la entonces flamante ministra de Economía buscaron atenuar las quejas con sordina de algunas empresas de capitales ibéricos por los aumentos de tarifas prometidos y sucesivamente postergados. Por eso su interlocutor fue Miguel Sebastián Gascón, el principal asesor económico de Zapatero.

La misión argentina tenía en claro su objetivo: lograr que Telefónica levantara la demanda ante el Ciadi –hecho que se concretó finalmente ayer–, aunque eso nunca fue una condición sine que non para avanzar en el abordaje de otros tremas, como fue el entendimiento entre el Gobierno y la eléctrica Endesa, propietaria de la argentina Edesur.

Para cumplir con su propósito, Fernández y Miceli contaron con el respaldo de Carlos Bettini. El embajador argentino en Madrid tiene buen acceso al gobierno socialista español y ayer fue uno de los que se sentaron en la mesa donde Telefónica anunció el retiro de su demanda ante el tribunal del Banco Mundial.

Más allá de eventuales tensiones que puedan surgir de ahora en más, de una y otra orilla del Atlántico esgrimen el mismo discurso: la alianza estratégica está por encima de las siempre ásperas negociaciones con las privatizadas. La frase “alianza estratégica” es un copyright de José Luis Zapatero. El presidente español la utilizó el año pasado para impulsar acuerdos en materia de lucha contra el terrorismo internacional y de mecanismos de integración regional entre la Unión Europea y el Mercosur.

Los cancilleres Miguel Angel Moratinos, de España, y Jorge Taiana, de Argentina, volvieron a hablar del tema ayer, tras una reunión en el Palacio San Martín con delegaciones diplomáticas de ambos países, Brasil, Uruguay, Paraguay y Portugal. “Se alcanzó el impulso político que le faltaba a esta negociación y que resulta lo más importante cuando los técnicos no pueden llegar a un acuerdo”, expresó Moratinos sobre la posibilidad de cerrar convenios de libre comercio interregionales.

De la reunión se desprendió, según Moratinos, “el compromiso político de Portugal, España y los países del Mercosur de avanzar lo más que se pueda y obtener el mejor resultado en la cumbre que viene”, en alusión al encuentro que los bloques mantendrán en mayo en Viena, Austria. Claro que previamente Kirchner y Zapatero podrán cerrar otros acuerdos bilaterales si es que, como ayer se evaluaba, el viaje a Madrid se concreta en abril. Según lo rubricado el año pasado en Salamanca, bajo el título Plan de Asociación Estratégica, se estudiarán cláusulas de intercambio comercial, fomento de inversiones y oportunidades de investigaciones e inversiones, tanto en turismo, construcción como en alimentos.

El canciller español también dijo que en la cumbre que mantendrá Kirchner con Zapatero seguramente se intentará avanzar en la Alianza de Civilizaciones que promueve el jefe de gobierno ibérico. “Es importante que la Argentina, con la presencia de la comunidad judía y una amplia presencia de la comunidad árabe, también reflexione sobre lo que está ocurriendo en el mundo y que el país pueda albergar una reunión del grupo de alto nivel en el continente”, expresó.

Moratinos habló tras una minigira por el país que incluyó, el martes, una cena con Taiana, y ayer, un desayuno con los empresarios españoles, la reunión con Kirchner en la Casa Rosada y un almuerzo en el Palacio San Martín. El canciller consideró que la visita tuvo carácter “político”, aunque se preocupó en aclarar que esto no implicaría, como se especuló en algún momento, una intermediación de España en el conflicto que la Argentina mantiene con Uruguay por las papeleras (ver página 6).

El canciller, por cuarta vez en el país y seguido ayer a sol y a sombra por el embajador de España en Buenos Aires, Carmelo Angulo Barturen, también relativizó el peso del reclamo de ajuste de tarifas que por la mañana habían realizado a viva voz los miembros de la Fundación Cámara de Comercio Española en la República Argentina (Fucae). “Hay un sentimiento general de que los últimos dos años han sido muy positivos, y ésta fue la línea inicial de los empresarios españoles”, dijo.