ECONOMíA › MAÑANA COMIENZA LA CUMBRE DE MERCOSUR JUNTO A MEXICO
Comercio con los mariachis
Eduardo Duhalde sueña con conseguir un lugar menos deslucido en la historia a partir de la cumbre del Mercosur que esta semana se realizará en Buenos Aires. Las esperanzas están puestas en la aproximación a México, comprador de 50 mil autos y partes anuales fabricados en la Argentina, y posible socio del bloque en un futuro mercado libre. El verdadero anhelo presidencial, sin embargo, apunta a consagrar como aliado político en el continente a Vicente Fox, quien llegará a Buenos Aires el miércoles por la noche.
Desde el punto de vista protocolar, el presidente mexicano vendrá a esta capital a firmar un acuerdo que dará comienzo a las negociaciones formales para constituir una zona de libre comercio entre México y el Mercosur. Se trata de una meta quizá lejana en el tiempo, pero con nítidos intereses de ambas partes.
México es un mercado de más de 100 millones de personas, muy abierto, que puede resultar una vía de acceso al norteamericano. Argentina y Uruguay sueñan con colocar allí granos, cueros y básicamente lácteos, mientras que Brasil especula con derrumbar cualquier restricción para vender sus porotos negros, muebles o software. Los mexicanos, por su parte, aspiran a vender más bebidas y productos petroquímicos y quieren juzgar de cerca a las depreciadas empresas argentinas con miras a una asociación o una eventual compra. Por esta razón, Fox vendrá acompañado por una nutrida comitiva de empresarios aztecas, que evaluarán la posibilidad de hacer negocios con activos baratos después de la devaluación.
Pero como las diferencias dentro del Mercosur impiden por ahora avanzar en acuerdos de conjunto, prosperó la vía de los bilaterales: antes de llegar a Buenos Aires, Fox firmará un convenio automotor con Brasil y en esta capital se anunciará otro con la Argentina.
Según ese pacto, las terminales radicadas en el país podrán exportar libres de aranceles hasta 50 mil vehículos y autopartes producidos localmente. Se trata de un buen bálsamo para la deprimida industria automotriz, que por esta vía podría exportar por un total aproximado de 250 millones de dólares al año. Amén del nuevo tratado que en los próximos días también podría sellarse con Brasil, para flexibilizar el comercio administrado y así incrementar la venta de vehículos al país vecino.
Si bien los pactos económicos tienen relevancia como tabla de salvación para algunas empresas argentinas, las mayores expectativas del encuentro con Fox están centradas en el sentido político de esta visita. En los círculos próximos al presidente Duhalde especulan con el rédito de avanzar en una negociación con miras a una zona de libre comercio, que había quedado trunca desde la gestión delarruista.