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El actor y empresario Nito Artaza realizará una presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el objeto de recuperar los fondos atrapados en el corralito. El reclamo, acompañado por la firma de otros 900 ahorristas, será llevado “en mano” por Artaza a la sede de la Comisión en Washington. El objetivo es que el caso sea tratado directamente por la Corte Internacional de San José de Costa Rica.
Según explicó a este diario Sandra Bergenfeld, la abogada que acompañará al actor en la presentación, la necesidad de recurrir a la instancia internacional está habilitada tanto por la Constitución nacional como por el Pacto de San José de Costa Rica, que también tiene rango constitucional.
En particular, el Pacto posibilita que los casos que involucran violaciones a los derechos humanos –derechos entre los que se cuenta el de propiedad (artículo 21)– sean tratados directamente por la Corte pasando por sobre las instancias jurisdiccional de la Argentina. Y esta posibilidad está habilitada cuando en un país se producen situaciones de claro desorden jurídico, existencia de leyes coactivas o retardo injustificado en la aplicación de la justicia. Esta es precisamente la realidad argentina que Artaza intentará demostrar.
A partir de las restricciones impuestas sobre el sistema financiero –señaló Bergenfeld a Página/12– se violentaron los derechos a la protección judicial y a las garantías legales, “todos derechos protegidos por los artículos 1, 8, 25, 46 y 47 del Pacto de San José”, sintetizó la representante legal.
Bergenfeld, una especialista en derecho internacional, dijo que intentará “abrir la vía de la CIDH, máximo organismo supranacional de control del cumplimiento de los pactos a los que Argentina adhirió”.
Según adelantó la abogada, el programa de Artaza en Estados Unidos incluye, además de su presentación ante la CIDH, una serie de entrevistas con medios de prensa de ese país. El regreso a la Argentina se producirá el mismo miércoles a última hora.
En otro orden Artaza, quien recientemente organizó una multitudinaria movilización de ahorristas, comentó a este diario que el Banex (Banco San Luis) le devolvió 3500 dólares. “Yo hice lo mismo que mucha gente, no me los llevé a mi casa, volví a hacer un depósito, porque creo que hay que recrear la confianza en el sistema financiero. Pero para esto es necesario que la gente tenga la opción de decidir”, consideró.
Artaza se convirtió en uno de los más activos representantes de los ahorristas confiscados cuando semanas atrás logró reunir a cerca de 4000 damnificados en el Teatro Metropolitan. Fue en aquella oportunidad cuando se decidió acudir a la instancia de la CIDH. También agruparse entre los ahorristas en grupos pertenecientes a cada banco con el objetivo de comenzar a reclamar también frente a las casas matrices de las filiales locales. El primer fallo de la Justicia española citando a conciliación a los ahorristas del Banco Río con las autoridades del Santander Central Hispano había actuado como disparador.