[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Con los datos a la vista, se entiende aquel enojo y amargura del presidente uruguayo Jorge Battle. Desde que empezó el año, las reservas del Banco Central de Uruguay (BCU) cayeron a menos de la mitad: de 3100 a 1471 millones de dólares. La corrida se aceleró en el último mes, cuando el BCU perdió el 20 por ciento de los dólares que poseía. Hasta el Fondo Monetario acepta que el país vecino sufre de contagio por la crisis en la Argentina, aunque los funcionarios se niegan a utilizar esa calificación.
Las autoridades del Fondo se manejan como si “contagio” fuera una palabra maldita. Aunque, en forma tácita, aceptan que Uruguay es víctima de la crisis en la Argentina. “Uruguay es quizás el ejemplo más obvio (del contagio). Paraguay también. Los mercados están nerviosos”, explicó desde Washington Thomas Dawson, portavoz del FMI.
Como ocurrió en la Argentina, la aceleración de la corrida golpeó al sistema financiero. Entre enero y mayo, los bancos uruguayos perdieron 28,8 por ciento de sus depósitos, a 9699 millones de dólares. La baja continuó el mes pasado y puede intuirse que en forma muy importante, dada la fuerte caída de las reservas de divisas del BCU. La semana pasada, el Banco Central de Uruguay suspendió al Banco de Montevideo, propiedad de los hermanos Peirano, que en la Argentina son dueños del también suspendido Banco Velox.
La ola de ventas de títulos de deuda uruguayos por parte de los financistas provocó un nuevo salto del riesgo país. Ayer, el índice finalizó en 1393 puntos, un nivel que torna improbable la capacidad de financiamiento del país. A principios de año, el riesgo uruguayo se situaba en torno de los 210 puntos, de los más bajos entre los mercados emergentes. Ni siquiera el último acuerdo con el FMI permitió cambiar la expectativa negativa de los inversores.
Semejante convulsión económica volvió a impactar sobre el tipo de cambio. Después de un par de jornadas tranquilas, el peso uruguayo volvió a depreciarse con respecto al dólar. La divisa cotizó ayer a 21 pesos, dos más que en la jornada anterior. También se evidenció un sensible retroceso de los capitales administrados por los fondos de inversión: cayeron un 34,3 por ciento en junio, situándose en 38,3 millones de dólares. En medio de la agudización de la crisis, el Senado uruguayo aprobó ayer una convocatoria a interpelación del ministro de Economía, Alberto Bensión.