ECONOMíA
“Ha comenzado una etapa de recuperación económica visible”
En la Rosada se ilusionan con un cambio de clima, tras el anuncio del viaje del secretario del Tesoro al país. Sin embargo, en el equipo de Lavagna admiten que se vienen “semanas difíciles”.
En la Casa Rosada se ilusionan con un cambio de clima. Por un lado, están convencidos de que la visita al país del secretario del Tesoro norteamericano, Paul O’Neill, en los primeros días de agosto, es una buena noticia, porque –aseguran– el funcionario terminaría de destrabar el demorado acuerdo con el Fondo Monetario. Este viaje “es un indicador que la mejora en la relación con los Estados Unidos se ha afirmado”, dijo el vocero presidencial, Eduardo Amadeo. Por otro lado, el presidente Eduardo Duhalde salió ayer a anunciar la recuperación de la economía, que él mismo había prometido para el 9 de julio pasado. “Hay datos que están mostrando que se está recuperando la confianza y de que el sistema financiero comienza lentamente a funcionar”, afirmó el Presidente, quien no se privó de difundir cifras económicas para corroborar sus dichos. Sin embargo, tanto optimismo no es compartido en el Ministerio de Economía, donde reconocen que las semanas venideras serán de las más difíciles para Roberto Lavagna.
El sorpresivo anuncio de que Paul O’Neill viajaría en los primeros días de agosto a la Argentina y Brasil es interpretado en la Rosada como una señal inequívoca de que Estados Unidos no dejará caer a la Argentina. El numero uno del Tesoro norteamericano siempre fue un duro con Latinoamérica. De hecho, después del fracaso de los paquetes de salvataje de la administración Clinton, O’Neill lideró la estrategia de que no habría más fondos para los países en crisis, a costa de los “plomeros y carpinteros norteamericanos”, como él mismo declaró en abril. Pero el contagio del virus argentino a toda la región, y en particular a Brasil, parece haber ablandado posiciones en Washington.
Esa visión es compartida por economistas de distintas vertientes ideológicas. Por caso, el ultraliberal Manuel Solanet consideró que “Estados Unidos tomó nota de que hay una crisis regional en su propio continente y manda a una de sus espadas a mirar la cosa”. “Cuando se hace esto es porque hay intención de actuar, de no quedarse en la posición de que Estados Unidos no va a sacrificar a sus plomeros y carpinteros sino tomar algún rol un poco más positivo para resolver o al menos, evitar que la crisis se profundice”, interpretó. En la misma línea, el ex viceministro de Remes Lenicov, Jorge Todesca, estimó que “hay una mayor preocupación del gobierno de Estados Unidos por la crisis regional, por el equilibrio económico en la región, especialmente en la Argentina”. Todesca, quien durante los primeros meses del año negoció sin éxito cara a cara con los funcionarios fondomonetaristas, reconoció además que la visita marca “un avance en el proceso de negociación con el Fondo”.
En el equipo económico también evalúan positivamente el viaje de O’ Neill. Pero descartan que, de ahora en más, el acuerdo con el Fondo se resuelva con un trámite político, como creen en la Rosada. La semana próxima desembarcará en Buenos Aires una misión técnica del Fondo que pondrá la lupa sobre el sistema financiero y el plan monetario, impugnado por el FMI. El 22 de julio, en tanto, llegará la comisión de expertos internacionales que se abocará al mismo tema. Lavagna les dijo el jueves a un grupo de banqueros, durante una reunión a puertas cerradas, que por ahora no hay ninguna posibilidad de poner freno a los amparos. Pero también les recalcó que no hay ningún margen político para imponer un canje compulsivo de depósitos por bonos. Ambas medidas no sólo son reclamadas por el establishment financiero sino también por el propio Fondo Monetario. Así las cosas, banqueros, FMI y expertos internacionales le exigirán al ministro un cambio en el plan monetario antes de que arribe O’Neill, en especial si el martes próximo se confirma el fracaso del canje opcional de bonos (ver aparte).
Al margen de estas cuestiones, Duhalde volvió ayer, después de un buen tiempo de guardar un prudente silencio sobre el tema, a ver síntomas de reactivación. “Hay datos que están mostrando que se está recuperando la confianza. Ha comenzado una etapa de recuperación visible”, afirmó el Presidente. Y hasta se atrevió a hablar por boca del titular del Banco Central, Aldo Pignanelli. “Está muy contento con la marcha de la economía y no teme la caída de algún banco sino que incluso habla de un fortalecimiento del sistema”, expresó, en su habitual espacio radial de los sábados. Según reveló el Presidente, mientras en mayo los redescuentos a los bancos sumaron 1700 millones de pesos, “ahora bajaron a 450 millones”.
Por su parte, Duhalde interpretó positivamente la marcha de la recaudación. “La gente lentamente vuelve a pagar sus impuestos, pero también hay una mayor recaudación del IVA, lo que significa mayor consumo”, sostuvo. Sin embargo, uno de los factores más importantes del aumento de la recaudación es la inflación, que en el segmento minorista acumuló más del 30 por ciento en el primer semestre y en el mayorista 80 por ciento.
El Presidente también habló del dólar, algo que Lavagna, cuando asumió, le pidió que expresamente no hiciera. “El dólar está al mismo valor que estaba al 20 de mayo y no se superó la barrera psicológica de los 4 meses, mientras que el Banco Central está recuperando reservas”, aseveró el Presidente.