La relación entre la dirigencia agropecuaria y la Secretaría de Agricultura podría atravesar por otro pico de conflicto en la primera semana de enero, cuando se ponga en marcha un nuevo sistema de identificación para el ganado sin el cual no se permitirá su traslado. La norma forma parte del Plan Ganadero lanzado por el titular del área, Miguel Campos, a mediados de año, pero que en medio de resistencias y críticas de parte de las entidades ruralistas, quedó postergado en buena parte de sus enunciados. Tras el último paro agropecuario de nueve días, la conducción económica decidió ratificar la línea de acción ya anunciada y pondrá en marcha la prohibición de trasladar animales sin la correspondiente identificación, que en principio rige para terneras y terneros nacidos a partir del 1º de enero de 2006.

El programa para el desarrollo de la cadena de ganados y carnes bovinas persigue como meta aumentar en cuatro años (para el año 2010) la producción de carne en un 20 por ciento (hasta 3,6 millones de toneladas anuales), la faena en un 10 por ciento (a 15,7 millones de cabezas anuales), el kilaje promedio de terminación de 215 kilogramos a 230 y la tasa de extracción (pariciones) del 24,7 por ciento actual al 27 por ciento. Para lograrlo, en una primera etapa, Agricultura apuntó a trabajar en conjunto con los gobiernos provinciales interactuando con los planes ganaderos de cada jurisdicción. Pero los programas existentes en la materia a nivel provincial son escasos ya que, salvo en cuatro o cinco jurisdicciones, prácticamente no existen.

La implementación del nuevo sistema de identificación correrá por cuenta del Senasa, para lo cual se ha instruido a cada una de las oficinas locales a lo largo del país para recibir el registro de parte de los productores. El nuevo sistema de caravanas (identificación adherida a la oreja del animal) permitirá determinar, en cada caso, el establecimiento de origen y el propietario del animal.

“Es un paso hacia la trazabilidad (identificación desde origen de la carne que se comercializa) y permitirá terminar con el doble estándar que hoy existe en el mercado, entre la hacienda y la carne con destino a la Unión Europea (cuota Hilton) y el resto”, destacó Miguel Tezanos Pinto, asesor de Miguel Campos y responsable del programa Más Carne. “Paradójicamente, el sistema de identificación era reclamado por la dirigencia rural años atrás, cuando los mercados externos eran más exigentes” y Argentina tenía problemas de acceso por el problema de la fiebre aftosa, recordó el funcionario. Hoy, en el marco del conflicto ganadero, la medida es mirada con desconfianza por las entidades.

El objetivo es llegar a identificar todo el rodeo vacuno en un plazo de cinco años, lo cual, si se logra, daría una idea más exacta del verdadero stock ganadero, cuestión que hoy es motivo de controversias. En la etapa siguiente, que estará en marcha a mediados de 2007, se implementarán las diversas formas de incentivo a la producción previstas, a través de aportes no reintegrables de 176 millones de pesos por año. El plan debió haber arrancado en 2006, pero quedó postergado por falta de presupuesto en la secretaría.

Asistencia técnica, plan sanitario y reproductivo, y mejoramiento e implantación de pasturas serán los rubros a los que se destinará la mayor parte de la inversión, complementados por un plan de mejoramiento genético. Los rodeos de menos de 250 cabezas recibirán los mayores beneficios.

Con una dirigencia agropecuaria que se mantiene en actitud hostil, las autoridades de Agricultura y Ganadería apuestan a ganarse la confianza en forma directa de productores y organizaciones locales o de base. A falta de consensos, Miguel Campos saldrá a buscar legitimación a su política en los hechos.