ECONOMíA › CARDOSO Y LULA DESMINTIERON NEGOCIACION CON EL FMI
Brasil no quiere irse al Fondo
El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, desmintió ayer que su gobierno esté manteniendo negociaciones con el Fondo Monetario para conseguir un paquete de ayuda financiera, después de que el dólar superara esta semana los 3 reales, como consecuencia de una intensa fuga de capitales. Por su parte, el candidato presidencial de la oposición, Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas, negó que fuera a negociar un acuerdo con el Fondo antes de las elecciones, como dejaron entrever algunos funcionarios de Washington.
La semana pasada, la número dos del FMI, Anne Krueger, visitó Brasil. Y su viaje no hizo más que acelerar la devaluación del real y la suba del riesgo país brasileño. Más aún, Krueger sugirió la posibilidad de condicionar la aprobación de un nuevo acuerdo del Fondo con el gobierno brasileño a un compromiso de todos los candidatos presidenciales con la “estabilidad económica”; es decir, con seguir las políticas de Washington.
“Yo consideraría prudente que la representante del FMI no dé ‘corazonadas’ sobre política interna. Esto es un consejo’’, le contestó Lula. “Ella precisa saber que los brasileños tenemos un gobierno electo democráticamente por el pueblo y que es el responsable de la política económica hasta el último día del año. Nosotros, la oposición, sólo podemos discutir eso en el caso de que ganemos las elecciones”, agregó, tajante.
Por su parte, el presidente Cardoso también se despegó del Fondo, que en Brasil es mal visto por buena parte de la dirigencia política y empresarial, en especial después de la larga lista de condiciones impuesta a Argentina. “Hasta el día de hoy no hay ninguna negociación en el sentido preciso de la palabra”, afirmó. Y relativizó sus contactos con Washington: “todos los días conversamos con todas las fuerzas, inclusive con el FMI, para poner en blanco y negro lo que pasa en Brasil”, declaró. Medios brasileños habían señalado que el gobierno estaba en negociaciones para obtener entre 5000 y 10.000 millones de dólares de los organismos multilaterales.