EL PAíS
Amigos en Suiza
La trama secreta de los fondos argentinos en Suiza está siendo investigada por la Justicia local. El nombre de Menem aparece entrelazado al de su amigo y secretario Ramón Hernández, que tiene una jugosa cuenta ya congelada por las autoridades bancarias.
Por Eduardo Febbro
El monto exacto de los depósitos bancarios del ex presidente Carlos Menem en Suiza sigue siendo por el momento “un misterio en vías de verificación”, según explicó a Página/12 una de las fuentes cercanas a la investigación. Que agregó que “es obvio para todo el mundo que no sólo Menem tiene un problema, Suiza y los bancos donde está el dinero, también lo tienen. Los rumores según los cuales parte de ese dinero habría servido para comprar el silencio de un Estado y tapar una investigación acerca de un atentado como el ocurrido en 1994 son muy graves”. Los medios judiciales suizos admitían el viernes que la Argentina ha acumulado “una serie repetida de casos de índole diversa” que ponen en tela de juicio la ya más que maltratada “credibilidad” de la Confederación Helvética.
La última información que sale “entre dientes” de los cofres suizos concierne al secretario privado de Carlos Menem, Ramón Hernández. En Ginebra, varias fuentes concordantes confirmaron que la Justicia “radiografió” una cuenta abierta “bajo el sistema de la pantalla”. Se trata de una cuenta a nombre de una empresa con sede en el principado de Liechtenstein que funciona regularmente en la filial de Zurich del Banco del Gottardo y cuyo saldo actual se eleva a poco más de seis millones doscientos mil dólares. La cuenta bancaria de Hernández está legalmente bloqueada desde octubre del 2001. La aparición del Banco del Gottardo en la historia argentina no sorprende a quienes tienen a cargo la pesquisa, ya que esta emérita institución bancaria se hizo famosa en los últimos 5 años por sus conexiones con los capitales más negros. El Banco del Gottardo saltó a la fama cuando se supo que por sus cajas fuertes transitó buena parte de las cientos y cientos de millones de dólares que Rusia “desvió” del dinero proveniente del Fondo Monetario Internacional. Más aún, el mismo ex presidente ruso Boris Yeltsin tenía una cuenta personal en ese banco y una tarjeta de crédito con la que él y su familia solían abonar gastos muy por encima de sus posibilidades reales.
Entre setiembre del 2001 y marzo del 2002 las autoridades suizas dieron un trato más asiduo a los rebotes argentinos en Suiza. El año pasado, la Oficina Federal de Justicia (OFJ) había juzgado “incompletas” las comisiones rogatorias enviadas por Buenos Aires con el fin de averiguar en qué bancos podrían encontrarse los 60 millones de dólares que “faltan” de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Esa “incompletud” se basó en una interpretación distinta del llamado “enriquecimiento ilícito”. Para la ley argentina, una persona acusada de ese delito debe probar el origen de esos fondos. En Suiza, en cambio, la prueba debe ser aportada por la acusación. Pero a partir de finales del año pasado, la Confederación Helvética aceleró algunos trámites. En octubre se señaló la existencia de dos cuentas bancarias pertenecientes una a la familia de Menem y la otra a Hernández (la cuenta del Banco del Gottardo). En diciembre del año pasado, el juez ginebrino Paul Perraudin fue especialmente designado para llevar a cabo la instrucción del lavado de dinero en el que estarían implicados Menem y su entorno. El ex presidente argentino contrató incluso un abogado local, Pascal Maurer, quien hace unos años defendió al militar torturador argentino Luis Martínez. Entre febrero y marzo de 2002 Perraudin recibió dos comisiones rogatorias, una concerniente a Alberto Kohan. Igualmente, los servicios de Perraudin disponen de detalladas indicaciones sobre una presunta cuenta a nombre de Nicolás Becerra abierta en el Crédit Suisse de Zurich.
Los jueces suizos aceleraron su trabajo gracias a las informaciones suministradas por el juez Jorge Urso. En agosto del 2001, Urso remitió a Suiza una comisión rogatoria que contenía el nombre de 200 personas quepodían tener cuentas abiertas en los bancos helvéticos. El observatorio del crimen organizado (OCO) de Ginebra analizó bajo la lupa los nombres retenidos por el juez Urso y terminó separando 40 “contactos eventuales” con los bancos suizos. De esos 40 elegidos, la Justicia del cantón de Ginebra se concentró en Menem y su medio ambiente. Uno de los resultados de ese trabajo fue el descubrimiento de la cuenta abierta por Hernández bajo la pantalla legal de una empresa con sede en Liechtenstein y el otro la cuenta de Menem, abierta en el banco USB de Ginebra y en la cual habían 650.000 dólares depositados. Sobre esa cuenta en el USB hay varias informaciones y un documento concreto. La cuenta beneficia a la ex mujer de Menem, a su hija y al mismo ex mandatario. El juez a cargo del legajo, Claude Wenger, estima que esa cuenta “también está a nombre de Carlos Saúl Menem” y que “es él mismo quien la abrió”. Según Wenger, el dinero que había en esas cuentas en el momento en que se las investigó asciende a “unos 10 millones de dólares”.
A este embrollo de cuentas se le agrega otro más. Un mes después de su primera comisión rogatoria, Urso envió a Suiza información complementaria acerca de Menem y de Monzer Al Kassar. A partir de ese momento, el dossier pasó a manos de Paul Perraudin. En los primeros meses de 2002 el nuevo juez se encontró con otra comisión rogatoria, este vez ligada a Alberto Kohan y a una empresa domiciliada en las islas Cayman de la cual Kohan es propietario, Argmine Investments. Dicha empresa estaría asociada con otra suiza, Cap Con S.A., la cual posee el 10 por ciento de la compañía de Kohan. Según pudo corroborar Página/12, el documento enviado a Perraudin desde Buenos Aires concernía los movimientos de fondos entre Argmine y Cap Con y la localización de una cuenta abierta en la SSB con número BSWI902SU9504ARG. Los dirigentes de Cap Con negaron a Página/12 de manera rotunda estar asociados “de lejos o de cerca a Argmine”. Los suizos, sin embargo, aún no cerraron ese capítulo de la investigación. Los medios judiciales del cantón de Ginebra reconocen que “existen por lo menos 6 cuentas sospechosas ligadas al entorno de Menem”, pero no adelantan ninguna información concreta.
Las coincidencias entre las declaraciones del Testigo C y la realidad pueden ser curiosas. Según dijo el iraní arrepentido en su testimonio, los supuestos 10 millones de dólares pagados a Menem por Irán fueron depositados en el Banco de Luxemburgo de Ginebra, “ubicado a 200 metros del Hotel du Rhone”. No existe en Suiza ninguna institución que lleve el nombre de “Banco de Luxemburgo”... pero a 200 metros del hotel, en el 19 de la Rue du Rhone, hay un banco originario de Luxemburgo. Por lo pronto, la Justicia suiza se muestra decidida a cerrar con cierta claridad algunos capítulos ligados a las cuentas del menemismo. Además de las ya descubiertas y la media docena que están siendo investigadas, el 25 de mayo Suiza arrestó al franco-norteamericano Jean Bernard Lasnaud, un conocido traficante de armas, de quien se sospecha, sirvió de intermediario en la venta de armas a Croacia y Ecuador. Un integrante de la Oficina Federal de Justicia resumió así la situación: “Existen piezas sueltas que arman una forma. Sólo queda por saber a qué corresponde esa forma: puede ser a la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador o a la comisión que, se dice, Irán pagó a Menem. Estamos en esa incógnita”.