ECONOMíA › EL CONTROL, SEGUN FABIAN ABADIE
Industria de la fuga
Por Julio Nudler
–¿Hay muchos agujeros en el actual control de cambios?
–Sí, pero algunos son naturales –responde Fabián Abadie, especialista y catedrático en finanzas y mercados de capitales–. Los naturales corresponden a contratos cuyo fracaso en el tiempo no puede admitirse.
Por ejemplo, los ADR, que son acuerdos de doble cotización de acciones que costó mucho lograr, y por los cuales hay acciones argentinas que cotizan en otros mercados bajo cierta estructura, y acciones extranjeras que cotizan aquí. Aprovechando esta ventaja, alguien puede comprar acciones con pesos en la plaza local, exportarlas y venderlas contra dólares en Wall Street. Este es un agujero natural, contra el cual no se puede luchar sin hacer caer el acuerdo de doble cotización.
–¿Cuál es la dimensión de ese agujero?
–Pequeña, porque el flotante en Bolsa es limitado, y porque es una vía costosa de fuga dado que esas acciones cotizan más alto acá que afuera. Pero la misma operación se puede hacer con bonos del Estado: se adquieren acá, se transfieren al exterior y otro allí los toma contra cable. Es lo que se llama “transferencia con liquidez”. Este es un mercado mucho más grande, porque hay un flotante muy superior, ya que puede operarse con casi todos los bonos de deuda existentes, y en especial los globales.
–¿Qué es lo que concretamente se fuga?
–El superávit comercial, logrado por el país al costo de haber devaluado, destruyendo los salarios y el consumo interno. Otro mecanismo de fuga es la cuenta inversiones, producto de la posibilidad reconocida a las empresas de mantener en el exterior dólares que figuran en su balance local. Así, y de modo legal, una privatizada u otra firma compra dólares aquí y los gira al exterior, anotándolos en su contabilidad local.
–¿Qué consecuencias tiene?
–Si mañana alguna de esas empresas incumple con el pago de una Obligación Negociable, ¿qué juez extranjero dudará en embargar los recursos líquidos que tiene depositados en un banco del exterior? Ninguno. Las empresas no pueden disponer de esos dólares por el control cambiario vigente en la Argentina, pero extrañamente se les permite que coloquen esas divisas bajo jurisdicción estadounidense u otra.
–¿Y por qué razón lo hacen las empresas?
–Por no confiar en ningún banco local, para preservar su dinero de alguna demanda judicial interna o para acumular recursos en el exterior y, vía embargo judicial, pagar sus ON eludiendo el control cambiario argentino. Ahora bien: ¿por qué todo país que se declara en cesación de pagos impone automáticamente el control de cambios? Para que no se vaya ningún dólar. Lo lógico es que las empresas estén obligadas a depositar los dólares en un banco del país, y que de última éste deba depositarlos en el Central.
–¿Y los dólares que ya fueron girados?
–Podría obligárselos a traerlos de vuelta, con lo que retornarían muchos de los dólares fugados estos meses. Hoy las mencionadas transferencias con liquidez, valiéndose de los bonos de la deuda pública, son uno de los principales negocios de las casas de Bolsa. Es una industria de la fuga legal de capitales. Lo más urgente es evitar que los dólares se sigan yendo de esta manera, eliminando la cuenta inversiones.
–¿Dónde obtienen esas divisas?
–En la plaza local, porque muchas de esas empresas no son generadoras de dólares, sino privatizadas que trabajan para el mercado interno. Hay que evitar que todo el esfuerzo de caída salarial y generación de ahorro externo se dilapide del lado financiero. Eso puede lograrse mediante una política monetaria controlada, para evitar que con pesos mal emitidos se compre todo el superávit comercial y se lo mande afuera. La realidad actual es que tenemos una política cuasicontrolada en pesos pero descontrolada en relación con las cuasimonedas (bonos provinciales).
–¿Las AFJP también fugan dólares?
–Sí, también los giran al exterior, con los mismos mecanismos que cualquier empresa. Que esto se permita es mucho más incomprensible aún. Las AFJP estuvieron financiando al Gobierno, comprándole bonos hasta el último día en los canjes, y muchas se quedaron con los dólares acá para resguardar a los bancos por si había una corrida, en cuyo caso esos dólares serían un último resguardo de liquidez. Es ridículo que hoy fuguen esos dólares. Teniendo poca recaudación y una cartera totalmente inflada por la manera de valuar los bonos estatales que llenan su activo, la salida de esos dólares es para las AFJP un mecanismo de fuga muy interesante.
–Un ortodoxo diría que cuanto más se restrinja la salida de dólares, menos ingreso de dólares habrá.
–No estoy de acuerdo. Mientras haya default no habrá entrada. Por tanto, lo urgente es sentarse a renegociar con los acreedores y empezar a pagar lo que se pueda. Volver a ingresar en el mercado mundial de capitales exige levantar las restricciones, pero mientras llega ese momento hay que mantener la economía cerrada financieramente.