El megasalvataje estadounidense generó las primeras protestas. En varios puntos del país se realizaron manifestaciones en repudio al plan de rescate de los bancos. Unas 150 concentraciones se sumaron a la lluvia de miles de mensajes electrónicos que los ciudadanos norteamericanos enviaron a los congresistas que estudian al programa. En Nueva York, un grupo previó cubrir de basura una escultura de bronce de un toro cerca de Wall Street, que supo representar el dinamismo de los mercados en sus buenas épocas. La acción simboliza el enfado de la población por el desastre que han causado los magnates financieros y refleja las pocas ganas que tienen de poner sobre la mesa 700.000 millones de dólares de dinero público para rescatar a esas entidades, como propone el plan del gobierno. Las manifestaciones fueron convocadas en su mayoría por grupos de izquierda. Pero los particulares tampoco ocultan su enojo y llaman de a cientos a los legisladores.