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Deterioro de la actividad económica, dificultades de financiamiento para el Gobierno y protestas callejeras. Los pronósticos apocalípticos acerca de los próximos dos años para Argentina pertenecen a la agencia calificadora de riesgos Moody’s, que en un extenso informe volvió a condenar al Gobierno, “tarde o temprano”, a hacer ajustes que deterioren la situación social. Aunque más que pronósticos, Moody’s, un referente de los grupos financieros que alimentaron y se abusaron de los mecanismos de especulación en las últimas décadas, está haciendo su apuesta frente a las próximas elecciones.

El lenguaje político se ha apoderado de los informes de la calificadora. En el nuevo informe, divulgado ayer por la agencia de noticias DyN, se destaca que “el Gobierno enfrentará dificultades para mantener el superávit del balance fiscal este año (...). Descartando una recuperación inesperada, se prevé que la economía argentina se desplomará durante el resto de 2009 y a lo largo de la mayor parte de 2010”.

Tras evaluar que la evolución de los ingresos fiscales de los primeros cinco meses del año muestran un estancamiento en términos reales, mientras que “el gasto fiscal siguió aumentando a ritmo mucho más acelerado”, el informe de Moody’s señala que “el Gobierno no ha estado dispuesto a recortar el gasto ante la desaceleración económica actual”.

Sostiene la agencia calificadora que, “a diferencia de la mayoría de los países de la región, Argentina no tiene acceso al financiamiento extranjero debido a sus elevados niveles de deuda y sus obligaciones pendientes de pago”. Augura, en esa perspectiva, que “el Gobierno enfrenta una situación apremiante en el corto plazo. De hecho, podría verse obligado a tratar con el FMI y reabrir las negociaciones con el Club de París para normalizar obligaciones de deuda pendientes de pago. Al mismo tiempo, el Gobierno tendrá que recortar el gasto aun si eso deteriora más la economía”.

Moody’s proyecta que “el crecimiento del PBI será cercano a cero este año, en comparación con el incremento de 7 por ciento en 2008”. Si a ello se agrega la perspectiva de pérdida de apoyo en el Congreso como resultado de las elecciones legislativas del 28 de este mes –escenario que prevé la agencia–, “cabría esperar enfrentar mayor tensión política y un incremento de las protestas callejeras”.

Moody’s es la agencia que ya el año pasado, sin que la crisis global hubiera afectado a la Argentina, le bajó la nota a la deuda del país, como si hubiera un riesgo cierto de default. Meses atrás, la misma calificadora les otorgaba el rango de riesgo casi nulo a los títulos hipotecarios subprime de Estados Unidos, días antes de que se hundieran irremediablemente desatando una crisis de proporciones todavía inimaginable.