ECONOMíA › EL SENADO, A DISGUSTO, APROBARA LA DESIGNACION
Indignados por el apriete
“Este cheto de la Recoleta tendrá muchas medallas, pero de política no sabe nada”, denostó un senador peronista, indignado por la presión que el postulante para la presidencia del Banco Central intentó ejercer sobre la Cámara alta. El amplio consenso en ámbitos económicos por la designación de Alfonso Prat Gay como sucesor de Aldo Pignanelli encontró su límite en el Senado. La exigencia del ex economista del JP Morgan de que su pliego sea aprobado por el Parlamento para asegurarse el puesto por seis años fue rechazada por los legisladores.
Antes de entrar siquiera a analizar la cuestión, varios senadores expresaron su enojo con el estilo de Prat Gay. Le reprocharon que haya hecho públicas sus condiciones para aceptar el cargo. El Gobierno y el propio Eduardo Duhalde tuvieron que hacer múltiples gestiones para evitar que la sangre llegara al río. La posibilidad que anoche parecía más firme era que el Senado apruebe la designación de Prat Gay para el Central hasta el 23 de setiembre de 2004, cuando vence el mandato fijado originalmente para Pedro Pou. En el Gobierno sostienen que el economista aceptaría el recorte a sus pretensiones, pero remarcan que no fue fácil convencerlo.
Sin embargo, el tema todavía requiere un largo debate en el Congreso. La opinión mayoritaria de los senadores, tanto peronistas como radicales, es que no se le puede imponer el jefe de la autoridad monetaria al próximo gobierno. De allí que haya quedado virtualmente descartada la aprobación de su pliego por seis años. “No lo hicimos con Pignanelli que era peronista, mucho menos con este yuppie de Wall Street”, razonó un legislador de ese partido, con un inocultable tono de desprecio.
Al ver la reacción en el Parlamento, Duhalde convocó de urgencia a la Casa Rosada al presidente de la comisión de Acuerdos, el entrerriano Jorge Busti. El ex gobernador le explicó al Presidente los motivos del malestar del bloque y trazó un cuadro de situación. Varios de sus colegas, en especial los menemistas, prefieren que el Poder Ejecutivo designe a Prat Gay en comisión por decreto hasta el 25 de mayo próximo, para que el nuevo gobierno tenga libertad de elegir a quien quiera para el cargo. La bancada justicialista está dividida entre esta opción y la de nombrarlo hasta setiembre de 2004. Una tercera alternativa es que se apruebe el pliego de Prat Gay como director, y que sea el directorio del Central el que lo nombre en comisión hasta el 25 de mayo.
El pliego de Prat Gay ingresó recién anoche al Senado. Busti explicó que para que tenga estado parlamentario necesita ser leído en una sesión. Eso recién ocurriría el próximo miércoles y después pasaría a la comisión de Acuerdos para que analice los antecedentes del postulado. Salvo que el Poder Ejecutivo tenga una gran capacidad para torcer la cuestión, todo indica que la resolución del tema quedará recién para cuando se retomen las sesiones el próximo año.
No obstante, en Economía aseguraban que “tenemos esperanzas de que se apruebe el próximo miércoles”. La otra condición que puso Prat Gay para aceptar la presidencia del Central fue que su socio en la consultora, Pedro Lacoste, asuma como vice. Sobre ese tema ayer no hubo definición. La mayor satisfacción del Gobierno fue por la recepción del economista en los mercados. El dólar libre bajó dos centavos, a 3,55 en la punta vendedora, mientras que en las operaciones por cuenta y orden siguió a 3,50. El Central, en tanto, ganó 33,3 millones de dólares para sus reservas.