Durante el debate en la Comisión de Presupuesto del Senado, el ministro Amado Boudou y el titular de la Anses, Diego Bossio, revelaron que el superávit del organismo en el primer semestre del año fue de 1597,3 millones de pesos. Esa cifra alcanza para cubrir sólo el 17,2 por ciento del gasto de un mes para la liquidación de jubilaciones. Ese dato buscó contrarrestar el argumento de la oposición de que la Anses tiene excedentes abultados para hacer frente a la suba de la jubilación mínima al 82 por ciento móvil.

En la misma línea, los funcionarios dieron precisiones sobre la evolución del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de las jubilaciones. Se trata del dinero que recuperó el Estado de los aportes de los trabajadores que antes administraban las AFJP, tarea por la cual embolsaron 12.000 millones de dólares de comisiones en catorce años de funcionamiento del régimen de capitalización. El FGS llegó en junio a 150.072 millones de pesos, 53 por ciento más de lo que habían dejado las AFJP.

Una de las propuestas de la oposición es utilizar esos recursos para financiar la suba de jubilaciones. Boudou explicó que no se puede cubrir un flujo de gastos con un stock de ahorros, porque éstos se agotarían en un plazo de cinco a seis años y luego el sistema previsional quedaría expuesto a una nueva quiebra generalizada, como ocurrió en el pasado. Por otra parte, el funcionario señaló que si se quisiera liquidar a las apuradas los bonos y acciones en que está invertido el FGS, se produciría una pérdida no menor a los 74.000 millones de pesos. Además, eso golpearía sobre las empresas, cuyas acciones caerían por el piso ante una venta masiva sin un mercado con profundidad para absorber la oferta.