“No vamos a aceptar que nos vendan espejitos de colores, como créditos a tasa cero para retener el trigo. Lo que necesitamos es poder vender el fruto de nuestro esfuerzo”, aseguró ayer el titular de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, quien de ese modo rechazó el anuncio presidencial. El empresario aseguró que la solución para los productores sólo llegará cuando el Gobierno garantice el abastecimiento de trigo a los molinos y la apertura de las exportaciones del cereal durante todo el año. “La reunión con Domínguez (que se concretará hoy) no puede durar más de diez minutos ya que el ministro conoce cuál es la solución”, afirmó.

La prescindencia total del Estado en el mercado de cereales, con la que sueña Biolcati, es cuestionada no sólo por el Gobierno sino también por el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, quien reclama mejores precios pero producto de una intervención más fuerte para evitar los abusos por parte de los actores más poderosos de la cadena. A su vez, dentro de Federación Agraria también hay posiciones encontradas sobre ese tema. Por lo tanto, es difícil que hoy se llegue a una solución rápida.

Las internas dentro de la Mesa de Enlace volvieron a evidenciarse el lunes pasado luego del tractorazo que realizó Federación Agraria frente a la planta de Cargill en Rufino. “No entiendo por qué los de la Federación Agraria no quisieron saber nada con protestar contra el Gobierno y después lanzaron su tractorazo sin avisarnos. No está mal el tractorazo en sí, pero si estuvimos juntos toda la tarde anterior, podrían habernos contado”, afirmó el titular de Confederaciones Rurales, Mario Llambías.

El federado Eduardo Buzzi, rápido de reflejos, le devolvió la gentileza a Llambías: “Yo invité a Llambías y a Biolcati a venir a Rufino y poner de nuevo el campo en la agenda. En vez de quedarse rumiando con celos a nosotros, deberían haber venido. Pero tal vez lo que pasa es que mis colegas no quieren enfrentar a las exportadoras como Cargill. Acá hay que elegir entre las exportadoras y los chacareros, y yo me quedé al lado de los chacareros”, remarcó.

Buzzi no sólo le apunta a las exportadoras. “Hace cinco años que el Gobierno viene permitiendo una fenomenal transferencia de recursos de los productores trigueros más chicos hacia la billetera de unas pocas multinacionales”, dijo el lunes. Sus críticas recaen fundamentalmente en el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. De hecho, ayer pidió que la Justicia lo investigue por el manejo del mercado del trigo. Desde CRA y Sociedad Rural, en cambio, también cuestionan al ministro de Agricultura Julián Domínguez y dicen que Buzzi focaliza sus críticas en Moreno para quitarle responsabilidad a Domínguez, con quien ha venido acordando subsidios para productores de su federación. “El miércoles (por hoy) no sabemos de qué lado de la mesa va a estar Buzzi”, llegó a decir Llambías.

A su vez, Buzzi convive dentro de Federación Agraria con algunos dirigentes que parecen comulgar más con los preceptos desreguladores de la Sociedad Rural. Por ejemplo, el diputado macrista Jorge Solmi, quien también es dirigente federado, le escribió ayer una carta al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, pidiéndole que gestione ante el gobierno nacional la apertura de las exportaciones. En ese texto afirma que se necesitan “hechos que beneficien a los productores y a los consumidores y no sólo anuncios que en realidad ocultan las ventajas que el Gobierno les da a los mismos de siempre, perjudicándonos”, afirmó Solmi en línea con el sentir de Biolcati.