ECONOMíA › TRAS EL ANUNCIO, LA CGT LIDERADA POR CALó SE REUNIó CON CFK

“La señal que esperábamos”

Los dirigentes sindicales evaluaron como positiva la modificación del impuesto a las Ganancias con el medio aguinaldo y el anuncio de abrir negociaciones para un cambio integral al aporte. Críticas al “paro político” de Moyano.

 Por Julián Bruschtein

“El anuncio presidencial es un paso adelante en nuestra agenda sindical”, aseguró ayer el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, al retirarse de la Casa Rosada después de una reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El anuncio presidencial de suspender la aplicación del Impuesto a las Ganancias sobre la segunda cuota del medio aguinaldo para los salarios inferiores a 25 mil pesos y la conformación de una comisión para tratar el impuesto de cara al año próximo generaron una espontánea reunión de la cúpula sindical con Fernández de Kirchner. “Es la señal que estábamos esperando”, confió a Página/12 un integrante del secretariado cegetista.

“La CGT avala totalmente la decisión que ha tomado la Presidenta de aliviar hacia fin de año los bolsillos de los trabajadores que están alcanzados por la cuarta categoría, en una época muy especial en función de las fiestas”, destacó Rodríguez luego de reunirse con la Presidenta junto a otros integrantes de la cúpula sindical. Por la mañana, ya había deliberado el consejo directivo de la central obrera que conduce el metalúrgico Antonio Caló. Evaluaron las distintas negociaciones que iniciaron ante el gobierno nacional para tratar de resolver los principales puntos de la agenda sindical, entre los que el mínimo no imponible de Ganancias es uno de los más importantes. Allí salieron a criticar el paro del camionero Hugo Moyano, al que calificaron como “un paro político que poco tiene de reclamo gremial”.

El anuncio presidencial fue una importante señal que estaban esperando los gremialistas. A partir de la fractura de la CGT que encabezó Moyano, los gremios que no acompañaron el capricho reeleccionista del camionero se pusieron a trabajar detrás de la institucionalización de la central obrera. El 3 de octubre se concretó el congreso extraordinario en el que resultó electo Caló y se allanó el camino de las negociaciones que mantenían con la Casa Rosada para destrabar el diálogo interrumpido por la actitud de Moyano, a quien le criticaban su “personalismo” para conducir la CGT. A partir de allí las reuniones con distintos funcionarios y el reconocimiento del Ministerio de Trabajo como la CGT oficial aceitaron la negociación, aunque los gremialistas se impacientaban por “la demora de una señal sobre el impuesto a las Ganancias”, aseguró el dirigente cegetista.

Apenas finalizó el discurso presidencial, los sindicalistas se reunieron con la Presidenta a solas. Además de Rodríguez estuvieron el secretario gremial y dirigente de los taxistas, Omar Viviani; el titular del gremio de Comercio, Armando Cavalieri; el dirigente del Suterh, Víctor Santa María; el titular de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, y Omar Suárez, de los marítimos.

“Fue una reunión cordial en la que le mostramos a la Presidenta nuestro beneplácito con el anuncio y la disposición para iniciar el diálogo por el impuesto”, aseguró un dirigente sindical al explicar los términos del encuentro con Fernández de Kirchner. “No se ha hablado nada sobre el año próximo, y tampoco podríamos hacerlo porque sería adelantar cuestiones que recién van a empezar a marchar en el 2013”, sostuvo el estatal Rodríguez. Lingeri fue más explícito al señalar que se trataba “un poco de la señal que estábamos esperando para empezar a discutir este tema que realmente para nosotros es de suma importancia” y agregó que la Presidenta se había comprometido “a conformar una comisión entre el Gobierno y la CGT para analizar el comportamiento del impuesto a las Ganancias para el año próximo”, en donde el impuesto se evaluará junto con el avance de los distintos cierres de acuerdos paritarios.

Por la mañana se habían reunido en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica los integrantes del secretariado, donde coincidieron en que la huelga del 20 de noviembre anunciada por la CGT de Moyano y la CTA de Pablo Micheli era un “paro político”. “Nada tiene que ver con un reclamo gremial”, sintetizó el secretario general del gremio de los colectiveros, Roberto Fernández, y agregó que no era “momento para hacer un paro porque las conversaciones con el Gobierno continúan sobre todos nuestros reclamos”.

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El estatal Andrés Rodríguez y Armando Cavalieri (Comercio) estuvieron en la Rosada.
 
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