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El principal objetivo de la nueva moratoria previsional es universalizar el derecho a la jubilación para los adultos mayores. No existe otra etapa histórica de la Argentina en la que se haya estado tan cerca de esa meta. De acuerdo con los cálculos de la Anses, la posibilidad de regularizar aportes gracias a la ley permitirá que 474 mil personas accedan a un beneficio. Con ello, la tasa de cobertura trepará al 99 por ciento.

Casi la totalidad de las mujeres desde 60 años y los hombres desde 65 cobrarán una jubilación. A principios de la década pasada, luego de años de desempleo y precarización laboral, la tasa de cobertura había retrocedido hasta 64,8 por ciento. El salto entre ese nivel y el actual, de 94,5 por ciento, significó que 2.693.474 personas resultaron incluidas en el régimen previsional desde 2005 a la fecha.

Esa tendencia de recuperación, sin embargo, estaba empezando a declinar por las características de la moratoria vigente, que permite completar aportes hasta 1993. Por una cuestión de edad, ese límite impide a un número significativo de adultos mayores llegar a la jubilación. A raíz de ello el Gobierno envió al Congreso la nueva moratoria, que estira el plazo para ponerse al día con la Anses hasta el 31 de diciembre de 2003. Eso les da la posibilidad de jubilarse prácticamente a todos los ciudadanos.

En los fundamentos de la ley se explica que las altas por moratoria venían bajando año a año. En 2012 habían sido 171.048, mientras que en 2013 disminuyeron a 137.434. Del total de jubilados, en 2012 el 48,0 por ciento había accedido al beneficio gracias a la moratoria, mientras que al año siguiente la proporción bajó a 42,4. Y en enero de este año la cifra se achicó a 42,2. La ley que votó ayer el Senado revertirá esa situación.

Por otra parte, las que mayor provecho sacaron desde 2005 en adelante del plan de inclusión previsional fueron las mujeres. Y en particular, las amas de casa. El 73 por ciento de las jubilaciones otorgadas gracias a aquella moratoria fueron a mujeres. Lo mismo ocurrirá ahora con la nueva ley, según estimó el Sindicato de Amas de Casa (Sacra), que encabeza Pimpi Colombo.