El presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, y las autoridades del Ministerio de Economía de la Nación coinciden en que el dispositivo vigente para controlar las importaciones deber ser modificado. El mecanismo tiene que adecuarse a los señalamientos realizados desde la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los cuestionamientos formales al esquema de declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) lanzados desde el grupo de países más proteccionistas del mundo y sus empresas multinacionales –Estados Unidos, Japón y la Unión Europea– obligan a revisarlo. Frigerio aseguró que, como figura en el fallo de la OMC, la fecha límite es el próximo 31 de diciembre. A pesar del apuro del funcionario porteño por desmantelar el esquema, el secretario de Comercio, Augusto Costa, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Bianco, señalaron que la política vigente puede y debe permanecer más allá de fin de año. Durante una entrevista reciente con este diario los funcionarios explicaron que la conservación de un esquema extensivo de administración es posible ya que se implementaron los requerimientos en materia de sistematización y transparencia realizados por el organismo internacional.

El objetivo de quienes cuestionan las DJAI en la OMC es que los mecanismos de administración sean desmantelados. Por eso, ninguna modificación será suficiente. Desde la Secretaria Comercio aseguran que, de todas formas, los plazos no son acuciantes como afirma sin mayores precisiones Frigerio. En cambio, desde el equipo económico consideran que se puede mantener el sistema actual, por lo menos, durante un semestre y trabajar en paralelo para establecer un esquema alternativo que permita continuar haciendo política sustitutiva de importaciones y proteger el empleo. Mientras que las DJAI permiten administrar el ciento por ciento del comercio exterior, las herramientas como las licencias no automáticas, salvaguardas y medidas antidumping tienen un alcance limitado que no superaría al 50 por ciento del comercio.

Asimismo, existe un stock de deudas impagas de los importadores y utilidades sin remitir que deberá ser administrado por la próxima gestión. “Hemos trabajado con sectores estratégicos como la maquinaria agrícola o los agroquímicos, vinculados a la producción primaria pero de carácter netamente industrial y, simultáneamente, hemos sido muy cuidadosos con la importación de aquellos en sectores mano de obra intensiva como los rubros textil y confección, juguetes, calzado que están más expuestos a la competencia de producción proveniente de países con salarios extremadamente bajos”, señaló la funcionaria al rechazar los cuestionamientos de Cambiemos desde donde aseguran que el único objetivo del sistema vigente es restar presión al mercado cambiario.