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Los economistas consultados ayer coinciden en que la aprobación por parte del directorio del FMI de la revisión de la situación macroeconómica de la Argentina abre la puerta a las negociaciones por un nuevo acuerdo con el organismo. Sin embargo, duda de que tal entendimiento pueda ser alcanzado antes de las elecciones de octubre. Las principales opiniones recogidas son las siguientes:
- Eduardo Curia (economista cercano a Lavagna): “Ojalá tengamos un acuerdo de largo plazo con el FMI y una refinanciación clara antes de las elecciones. Este acuerdo debería ser a tres años e incluir vencimientos por más de 10.000 millones de dólares, a pagar recién después del 2008. En mi opinión, sin embargo, se ven aspectos dificultosos para cumplir con ello. El Fondo se encuentra de capa caída. Pero igualmente no dejará de poner sobre la mesa de negociación cuestiones tales como las tarifas de los servicios públicos o las llamadas reformas estructurales. Incluso, pretende avanzar sobre el corazón del actual modelo económico, como es la política cambiaria y monetaria. El Fondo tiene una visión muy ortodoxa de la inflación. No descarto que haga estos planteos. Ahora bien, la primera fase del modelo está concluida y pese a estar vital hay que pensar en una segunda fase para profundizarlo. Hay políticas que, más allá de lo que desee el Fondo, el gobierno nacional debe impulsar pese a las elecciones y en un plazo no muy dilatado”.
- Claudio Loser (ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario): “La aprobación del directorio abre la posibilidad de una negociación con el gobierno de Kirchner. Pero esto depende de lo que quiera Argentina. Las miradas críticas que pueden tener algunos funcionarios del FMI no van a afectar las posibilidades de negociación. Pero no hay que vincular directamente esta revisión de la situación bajo el Artículo IV con un nuevo acuerdo. Son dos temas que hay que tomar por separado. La consulta del Artículo IV se hace con todos los países del mundo, algo que cumple hasta Estados Unidos, y el texto (de la evaluación) se mantiene sin publicar. El Fondo reconoce las buenas cosas que han ocurrido en la Argentina, tal como el crecimiento y la situación fiscal del país. Pero seguirá insistiendo con temas como los servicios públicos, la inflación y la reestructuración del sistema financiero”.
- Claudio Lozano (diputado de la CTA): “El Fondo mantiene inalterables sus recomendaciones de política económica, como lobbistas de las privatizadas y de los bancos extranjeros. En términos de política económica de coyuntura la recomendación de no seguir sosteniendo el tipo de cambio apunta a maximizar las transferencias de recursos a los acreedores. En este contexto, la política de desendeudamiento del Gobierno no tiene ninguna virtud. Se alinea con lo que la administración Bush planteó desde un primer momento como el objetivo del Tesoro para los organismos internacionales y le impone a Argentina una transferencia de fondos al exterior que está por encima de nuestras posibilidades. Finalmente, Argentina debiera impulsar un criterio de investigación del proceso de endeudamiento con el Fondo, ya que una parte importante tiene que ver con el último tramo de la convertibilidad y sólo sirvió para financiar una enorme fuga de capitales, por fuera de los estatutos del propio FMI. El otro criterio es la corresponsabilidad: ellos también tienen que aportar lo suyo como forma de financiar y sostener la recuperación. Así, Argentina debería pagar sólo intereses y nunca capital”.