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Los estatales y jubilados cuyos haberes sufrieron un descuento del 13 por ciento, pueden ir resignándose: no existe ninguna posibilidad de que lo recuperen durante el actual ejercicio. El propio secretario de Hacienda, Oscar Lamberto, admitió en declaraciones públicas que “es muy difícil” pensar en esa recomposición. El proyecto que Economía se dispone enviar al Congreso será “muy austero”. Tanto que no podrá evitar recortes drásticos en algunas áreas.
Según Lamberto, está trabajando sobre la hipótesis de que la Economía se retraerá durante los primeros meses, pero que podría crecer a razón del 4 por ciento anual hacia el último trimestre. Jorge Matzkin, el diputado justicialista que comanda la Comisión de Presupuesto y Hacienda, se juega con un pronóstico más directo y menos optimista: este año la economía decrecería un 2 por ciento.
El Gobierno aspira a utilizar el presupuesto como una señal política de que no está dispuesto a emitir moneda para financiar gastos desmedidos. Semejante decisión podría alimentar una espiral inflacionaria y desalentar aún más a los renuentes técnicos del Fondo Monetario Internacional, que hoy llegarán a Buenos Aires para controlar de cerca qué está haciendo Argentina.
La primera hipótesis de trabajo para elaborar el proyecto es que éste mantendrá equilibrio entre los gastos y los egresos, sobre el optimista supuesto de que se recaudarán alrededor de 38 mil millones de pesos, cifra que está por encima a la que estimaron los propios técnicos del oficialismo.
La iniciativa que el Ejecutivo girará en los próximos días también deberá incluir una definición acerca de cuánto dinero se girará a las provincias. El secretario de Hacienda admitió que los 1364 millones previstos en el último acuerdo federal no pueden pagarse, ya que la situación es muy complicada.
Al margen de la voluntad política, Economía sabe que tendrá que aplicar tijera en casi todas las áreas, ya que el ahorro proveniente del no pago de la deuda pública es muy importante pero no suficiente para cerrar la brecha que aún subsiste entre los ingresos en picada y los gastos.