Desde Washington

La organización de los derechos femeninos más grande de Estados Unidos le hizo un de-saire a la candidatura de Sarah Palin ayer al apoyar a Barack Obama y a Joe Biden en su intento por llegar al poder. La Organización Nacional para las Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés) tiene 500.000 miembros y mucha influencia. La organización feminista casi nunca apoya a un candidato presidencial, pero la fe cristiana fundamentalista de la gobernadora de Alaska y su oposición al derecho al aborto forzó su mano. Otras organizaciones de derechos femeninos también están haciendo campaña en contra de la gobernadora Palin.

En Alaska, durante el fin de semana, una manifestación “Bienvenida a casa” fue eclipsada por una manifestación organizada por las “Mujeres de Alaska rechazan a Palin” que tuvo lugar en el parque de una biblioteca en el centro de Anchorage. Después de provocar un enorme aumento de entusiasmo por la campaña de John McCain, catapultándolo al primer lugar, por encima de Barack Obama, Palin cayó bajo la lupa de los medios nacionales.

La investigación conocida como Troopergate amenaza con presentarla como una gobernadora intimidante que despidió de facto a un jefe de policía de Alaska por motivos familiares y no profesionales. Hace varios años, la hermana de la gobernadora Palin había tenido un juicio por custodia con su ex marido, el agente Mike Wooten. Palin intentó despedir a Wooten pero no pudo, pero terminó echando al jefe de su ex cuñado, el director de seguridad Walt Monegan.

La semana pasada, los legisladores de Alaska le ordenaron al marido de Palin, Todd, así como a su jefe y a su vicejefe de Gabinete, contestar preguntas sobre el Troopergate. Ayer se armó un revuelo cuando el equipo de campaña de Palin anunció que no iba a cooperar porque el caso estaba “teñido de política”. La decisión de NOW de apoyar al senador Obama cuando una mujer está a punto de ser elegida es un paso audaz para el grupo y un revés para las esperanzas de John McCain de atraer a los millones de mujeres que apoyaron a Hillary Clinton en las primarias demócratas. “La inclusión de Sarah Palin nos dio un nuevo sentido de urgencia”, dice Kim Gandy, jefa de NOW. “Se la está mostrando como una partidaria de los derechos femeninos, como una feminista, cuando en realidad sus posiciones en tantos temas son opuestos a las nuestras. Muchas mujeres creen que es una gran cosa que una mujer se postule como vicepresidenta”, continuó, “pero quedan absolutamente perplejas cuando descubren sus posiciones. La idea de que se opone al aborto aun en casos de violación e incesto, este tipo de posición, está totalmente fuera de sintonía con las mujeres estadounidenses, y una vez que descubren esas posiciones pierden su entusiasmo.

Las creencias creacionistas de Palin también son un obstáculo. En Wasilla, donde dio sus primeros pasos como alcalde republicana, el reverendo Howard Bess, un ministro bautista y autor del libro Pastor, soy gay, dice que su obra estaba entre la “lista negra” de Palin destinada a ser quitada de la biblioteca de la ciudad.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.