La ciudad de Tacna, en el extremo sur de Perú y muy cerca a la frontera con Chile, amaneció militarizada ayer y en estado de alerta luego de ser declarada la víspera en emergencia por las violentas protestas que han dejado dos muertos y 66 heridos desde el jueves pasado.

El representante de la Defensoría del Pueblo regional, Raúl Meza, confirmó la muerte en la madrugada de ayer de un hombre que fue baleado en las protestas del martes. “El director del hospital Hipólito Unanue en Tacna confirmó la muerte de Ronald Gamarra Chauca, de 37 años de edad”, señaló Meza. Gamarra se convierte en el segundo muerto de las protestas que se iniciaron el jueves pasado por la modificación de una ley minera que le cercena ingresos económicos a esa región. El sábado, un manifestante falleció como consecuencia de las refriegas. Sólo el martes hubo 66 heridos, cuando los enfurecidos manifestantes quemaron la alcaldía de un distrito de Tacna, ciudad de 97 mil habitantes. En total hay 89 detenidos, incluyendo menores, dijo ayer en Lima la defensora nacional del Pueblo, Beatriz Merino.

Las protestas, debidas a un cambio en la ley minera que recorta regalías a la región de Tacna, obligaron a que fuera decretado el martes un estado de emergencia por parte del gobierno nacional, preocupado por un ambiente de convulsión social generalizado a pocos días de que se celebre la Cumbre de presidentes del Asia-Pacífico (APEC) en Lima. “El gobierno ha declarado por 30 días el estado de emergencia en Tacna debido a las acciones de violencia” del martes, dijo el primer ministro Yehude Simon.

Horas antes de declarar el estado de emergencia, el premier denunció la presencia en Tacna de instigadores radicales cuando falta poco para el encuentro presidencial. “Les puedo asegurar que hay gente que ha llegado de otras regiones y que está preparando toda una serie de condiciones para poder golpear directamente al país en APEC y golpear a la democracia”, dijo Simon.