Al menos veintitrés personas murieron y más de noventa resultaron heridas ayer en Irak, doce de ellas en un doble atentado en Bagdad. En otro confuso episodio en la ciudad de Mosul, un soldado de la fuerza iraquí mató a dos soldados estadounideneses e hirió a otros seis. También en Mosul, dos hermanas cristianas murieron ayer y su madre resultó herida por disparos de insurgentes que irrumpieron en la vivienda de la familia.

Se calcula que unos doce iraquíes, entre ellos un policía, murieron y sesenta resultaron heridos en un atentado con coche-bomba seguido de la explosión de un artefacto en un barrio popular del este de Bagdad, indicó una fuente del Ministerio del Interior iraquí. Según la fuente, el doble atentado se produjo al paso de una patrulla de policía delante de una estación de autobuses en el barrio de Bagdad al Jadida, en un momento de gran afluencia. En el centro de la capital, cuatro personas murieron y catorce resultaron heridas, entre ellas dos policías, en un atentado con coche-bomba que también iba dirigido contra una patrulla. Un tercer vehículo bomba explotó en el barrio de Al Chaab, matando a dos personas e hiriendo a diez, según la policía.

Un soldado iraquí, abofeteado por un soldado estadounidense durante una patrulla mixta en Mosul, en el norte de Irak, ayer mató a disparos a dos militares estadounidenses e hirió a otros seis, antes de morir, según informaron el ejército norteamericano, el Ministerio del Interior iraquí y algunos testigos. Sin embargo, las circunstancias que rodean el hecho son contradictorias.

“Durante una patrulla con el ejército iraquí, un soldado iraquí abrió fuego contra soldados estadounidenses en el barrio de Al Zijili, matando a al menos dos soldados e hiriendo a otros”, declaró una fuente del Ministerio del Interior. A su vez, un vocero del ejército estadounidense para la región norte de Irak afirmó: “Dos soldados murieron y seis fueron heridos por disparos de armas ligeras en un cuartel del ejército iraquí en Mosul. Las primeras informaciones apuntan a que el autor de los disparos era un soldado iraquí que murió en el contrataque”. Luego afirmó que el incidente está siendo sometido a una “investigación completa”.

Sin embargo, dos oficiales iraquíes dijeron que los soldados estadounidenses estaban en las instalaciones del ejército iraquí antes de que comenzaran los disparos. Cuando se estaban yendo, un soldado estadounidense comenzó a discutir con un soldado iraquí identificado como Barzan Mohammed, del pueblo de Tilkef. El soldado estadounidense insultó al iraquí, le escupió la cara y lo abofeteó, según dijeron los iraquíes. El iraquí abrió fuego contra los norteamericanos, matando a dos e hiriendo a seis. Otros soldados estadounidenses abrieron fuego contra el iraquí, matándolo inmediatamente. Estos decesos elevan a 4195 el número de militares estadounidenses muertos en Irak desde la invasión de marzo de 2003.

En Mosul, también ayer, dos hermanas iraquíes cristianas fueron asesinadas por hombres armados, que entraron de mañana en su domicilio. Los hombres mataron a las hermanas Lamia y Walaa Sbeih e hirieron a su madre. Antes de huir colocaron una bomba que estalló a la llegada de los policías e hirió a dos de ellos. El incidente fue confirmado por el ejército estadounidense.

Unos 35.000 policías y soldados iraquíes están desplegados en Mosul, considerado como el último bastión urbano de Al Qaida en Irak y una de las ciudades más peligrosas del país. Los cristianos de Irak son a menudo el blanco de secuestros, asesinatos y atentados cometidos por insurgentes, tanto chiítas como sunitas. El número de cristianos en Irak antes de la invasión estadounidense de marzo de 2003 era de unos 800.000. Desde entonces, alrededor de 250.000 han abandonado el país.