EL MUNDO › CUARENTA REFUGIADOS PALESTINOS Y CINCO SOLDADOS MURIERON EN LA JORNADA MáS SANGRIENTA DE LA INVASIóN
Mientras Tel Aviv anunciaba la apertura de un corredor humanitario, la ONU y la Cruz Roja denunciaron la muerte de civiles. La ofensiva terrestre se extendió a todo el territorio de la Franja, donde la crisis humanitaria se agrava.
Al menos cuarenta refugiados palestinos murieron ayer luego de que tanques israelíes bombardearan una escuela de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Unrwa). Además, cinco soldados israelíes y un número no determinado de milicianos y civiles palestinos murieron en la jornada más sangrienta desde que comenzó la ofensiva terrestre, hace cuatro días.
Según testigos, blindados israelíes tomaron posición a menos de dos kilómetros de la escuela de la ONU, mientras tropas de infantería rodeaban el lugar desde el norte y el este. Entonces se escuchó una gran explosión. Un proyectil de tanque hizo estallar la puerta del colegio. Cuando el humo se despejó, la escuela estaba en ruinas y salpicada de cadáveres. Además de los muertos, al menos 55 personas resultaron heridas.
Según los trabajadores médicos, el edificio estaba atestado de refugiados, porque muchos creían que la escuela administrada por la ONU era un refugio seguro.
Pero de acuerdo con fuentes militares israelíes, el tanque le disparó a un grupo de milicianos palestinos que a su vez le tiraba a infantes israelíes desde la escuela. “No es la primera vez que la gente de Hamas nos ataca desde posiciones civiles, como en este caso lo fue esta escuela. Son ellos, por lo tanto, los que deben asumir el costo de estas muertes”, agregó un portavoz del ejército.
Anteayer murieron tres palestinos en otro ataque contra una escuela de la Unrwa. En un comunicado emitido ayer, el organismo internacional le exigió a Israel que asumiera la responsabilidad por sus acciones y aceptara la creación de una comisión independiente para investigar los hechos. La ONU señaló que la escuela estaba claramente identificada con una bandera azul de las Naciones Unidas.
“No hay posibilidad de error alguno. Le dimos a Israel todas las coordenadas necesarias de nuestras escuelas y refugios apenas comenzaron los ataques”, declaró un portavoz de la ONU.
Mientras tanto, la oficina del primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunció ayer que va a abrir un corredor humanitario en la Franja de Gaza. “Con el fin de prevenir una crisis humanitaria en la Franja de Gaza, el primer ministro ha decidido adoptar una proposición de los responsables de la seguridad de abrir un corredor humanitario para poder acudir en ayuda de la población”, señala el comunicado de la oficina del primer ministro. Los detalles exactos del programa serán establecidos por el coordinador israelí encargado de las operaciones civiles, quien forma parte del Ministerio de Defensa, agregó el comunicado, que dio algunas precisiones.
“La medida implicará la apertura de sectores geográficos por períodos limitados de tiempo durante los cuales la población estará en condiciones de recibir ayuda”, precisa el texto.
Ayer, la actividad militar fue intensa. Tropas israelíes con visores nocturnos comenzaron a movilizarse poco antes del alba. Apoyados por helicópteros de combate, entraron en Jan Junés –al sur de la Franja–, donde encontraron una dura resistencia. Tras enfrentamientos cuerpo a cuerpo en los barrios de Zeitun, Shuyaiya y Tuffa, los combates se extendieron hacia las zonas urbanas de Jabalia y Beit Lahya, al norte de la Franja, extendiendo a todo el territorio de la Franja, de cuarenta cinco por ocho kilómetros donde concentra un millón y medio de personas.
Las escuelas no fueron los únicos blancos civiles alcanzados por bombas israelíes desde que empezó la ofensiva. También fueron atacadas varias mezquitas que funcionaban como alojamiento para desplazados, además de la Universidad Islámica de Hamas.
“Los bombardeos y los disparos de la artillería israelí no distinguen entre blancos civiles y posible infraestructura de Hamas”, dijo Nadia Disby, trabajadora del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Jerusalén, en diálogo telefónico con Página/12. “Barrios enteros son destruidos y todas las vías de comunicación quedan bloqueadas. En estas circunstancias, no estamos pudiendo llegar a los heridos. La gente se muere mientras nos espera”, denunció.
La trabajadora humanitaria explicó que en estos momentos buena parte de los esfuerzos se centran en objetivos de mínima, como asegurar las rutas para las ambulancias. “Estamos en contacto con las autoridades israelíes a diario informándolas acerca de nuestro trabajo. Ellos nos contestan que, debido a los combates, en la mayor parte de los casos no pueden garantizar nuestra seguridad.”
Según el último informe de la Cruz Roja, la situación entre la población civil es traumática y, luego de más de diez días de ataques, ya alcanzó un punto extremo. “Nos enfrentamos a una crisis humanitaria total”, aseguró Pierre Kraenhenbuehl, director de operaciones de la organización.
Israel le echó la culpa de la crisis a Hamas. “Desafortunadamente, los combatientes de Hamas se esconden entre los civiles”, declaró Tzipi Livni, ministra israelí de Relaciones Exteriores.
Las víctimas fatales palestinas ya alcanzan las 660 y los heridos, 2900. Las bajas israelíes suman cuatro civiles y cinco militares Según la ONG internacional Save The Children, los niños palestinos muertos durante el conflicto ya son cien.
Informe: Martín Suaya.
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