El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, dio ayer un paso más hacia la chance de un tercer mandato consecutivo, hoy vetada por la Constitución de su país, con la aprobación por parte del Senado de la convocatoria a un referendo para que la ciudadanía opine si se le habilita o no una segunda reelección.

Los sufragios a favor del referendo fueron 62, mientras que los votos en contra sumaron 5, pero la votación se hizo en ausencia de las bancadas opositoras del Partido Liberal Colombiano y del Polo Democrático Alternativo, que se habían retirado del recinto por considerar antidemocrática la consulta.

La de ayer fue la tercera sesión en la que el plenario del Senado, de mayoría oficialista, debatía el proyecto de ley, que la semana anterior no fue votado por falta de quórum. Ahora que superó este trámite, el texto del referendo reeleccionista deberá ser conciliado entre el Senado y la Cámara, un paso que aparece complicado para el oficialismo, y luego se someterá a la aprobación de la Corte Constitucional.

En rigor, Uribe siempre fue esquivo a ratificar o rechazar sus aspiraciones de otro mandato y se limitó siempre a asegurar que era necesario darle continuidad a la llamada “política de seguridad democrática” puesta en marcha por su administración. Su decisión tiene en espera a varios aspirantes, entre ellos los ex ministros Andrés Felipe Arias y Juan Manuel Santos, quienes adelantaron que si Uribe decide ir por otra reelección, ellos darían un paso al costado.

El referendo fue aprobado por la Cámara de Representantes con la opción de que Uribe se postule en 2014, pero el Senado cambió el texto para que pueda aspirar a la reelección ya en el 2010, y por eso ahora el texto debe ser conciliado. El mecanismo exige que 3 representantes y 3 senadores acuerden un texto único, lo que pone en una posición incómoda al uribismo, porque el titular de la Cámara baja, Germán Varón, es enemigo de la reelección y es quien debe elegir a los 3 miembros del cuerpo que trabajen por el consenso.

El texto del referendo aprobado esta tarde incluye la variación del documento propuesto desde la Comisión Primera del Senado, en el que se cambió la frase “quien haya ejercido”, por “quien haya sido elegido”. Durante los dos primeros debates del proyecto, la Cámara conservó la redacción original del proyecto, pero en las dos últimas discusiones el Senado hizo el cambio para abrirle la puerta a una nueva reelección de Uribe no en 2014 sino en 2010.

La sesión de ayer estuvo plagada de tensiones y cuestionamientos entre las bancadas, al punto que las filas opositoras se retiraron al momento de votar, molestas por el cambio del orden del día y lo que consideran “un proyecto antidemocrático”. En pleno debate, el senador liberal Héctor Rojas le pidió al ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, que dejara de recorrer las bancas de legisladores. “Lo que está haciendo usted de curul en curul es una muestra más de que la votación de este referendo es sucia por la financiación de David Murcia y por la abierta intervención de los ministros”, exclamó Rojas.

La referencia a Murcia es por la confesión del propio financista ahora preso, ex titular de una empresa “pirámide”, de que había aportado al oficialismo en campañas pasadas. Los uribistas habían recolectado 4 millones de firmas para respaldar la chance de reelección de Uribe, que tiene altos índices de popularidad, y fue elegido por primera vez en el 2002 y reelecto en el 2006, tras una modificación constitucional que también fue polémica.

A lo largo de su mandato el presidente colombiano ha mantenido uno de los índices de popularidad más altos de la región, alrededor del setenta por ciento, gracias en gran parte a su llamada política de seguridad democrática, que consiste en una guerra sin cuartel contra la guerrilla de las FARC, y que le depararon varios triunfos significativos en los últimos tiempos, incluyendo la liberación de la famosa rehén Ingrid Betancourt, y la eliminación del jefe guerrillero Raúl Reyes.