Desde México, D. F.

Este sábado 30 de mayo, Felipe Calderón será más que bienvenido en Medellín durante la inauguración del V Congreso Internacional sobre Víctimas de Terrorismo. Apenas el viernes pasado, su gobierno “expulsó” sin juicio previo al sociólogo Miguel Angel Beltrán Villegas, presunto miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En realidad, más que una expulsión, fue una deportación sumaria sugerida por el gobierno de Alvaro Uribe, quien está en plena campaña para reelegirse para un tercer mandato.

Apenas unas horas después de que hubiera sido detenido Beltrán en México, por una orden de captura por concierto para delinquir con fines terroristas y financiación de terrorismo, Uribe hizo un reconocimiento a Calderón: “Hago llegar nuestra más sentida voz de gratitud al presidente Calderón, porque en México se acaba de capturar a uno de los terroristas más peligrosos de la organización narcoterrorista de las FARC”, dijo el presidente colombiano el sábado pasado.

Según un informe de la inteligencia colombiana, citado ayer por el diario El Tiempo, 12 jefes de las FARC están fuera de territorio colombiano. Esta misma investigación “permitió solicitarle a México que estuviera alerta sobre la presencia de Miguel Angel Beltrán”, alias “Jaime Cienfuegos”, dice ese periódico.

El evidente beneplácito del gobierno colombiano contrasta con las fuertes críticas que la izquierda mexicana ha lanzado a Calderón, más que nada por la forma en que Beltrán fue entregado al gobierno colombiano. Se trató de una celada, dicen.

Beltrán fue citado por el Instituto Nacional de Migración (INM) para regularizar su status en el país. El sociólogo colombiano realizaba una estancia posdoctoral en la Universidad Nacional Autónoma de México desde junio del año pasado. En México había hecho una maestría en Sociología política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), con la tesis: “Los orígenes del MLR: 1957-1961”. En septiembre de 1994 inició el doctorado en Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el cual concluyó con la tesis: “El MLN, historia de un recorrido hacia la unidad (México 1957-1967)”.

Beltrán llegó acompañado de un abogado a las instalaciones del INM el viernes 22 para responder a una cita. Al llegar lo metieron en una oficina, adonde no se le permitió el ingreso a su representante legal. Casi inmediatamente fue sacado del INM y obligado a abordar una camioneta sin placas ni insignias. Poco más de una hora después ya estaba a bordo de un avión, rumbo a Colombia, en calidad de expulsado sin proceso legal. Fue detenido en cuanto arribó al aeropuerto El Dorado, en Bogotá.

Casi al mismo tiempo, los portales de Internet de los diarios colombianos ya difundían la “ficha criminal” del investigador universitario, y lo identificaban como “Jaime Cienfuegos”, quien supuestamente recibía órdenes de Raúl Reyes para escribir materiales ideológicos y artículos para la agencia de noticias de las FARC, Anncol. Los diarios colombianos dijeron en principio que Beltrán había sido detenido desde el jueves por la noche.

Legisladores del izquierdista PRD dijeron sospechar de un acuerdo trilateral entre los presidentes de México y Colombia con la Corte de Ecuador, a fin de presionar y alentar elementos falsos para actuar contra Lucía Morett, la estudiante universitaria que se hallaba en el campamento de las FARC el 1° de marzo de 2008, donde murió Raúl Reyes, considerado uno de los jefes máximos de las FARC.

El gobierno colombiano sostiene que Morett fue alumna de Beltrán, a quien le atribuye estrecha cercanía con el asesinado Raúl Reyes. El director de la Policía colombiana, general Oscar Naranjo, señaló que Beltrán es “administrador de recursos para crear células terroristas en centros universitarios de México y Centroamérica”.

Según fuentes de inteligencia citadas por El Tiempo, “Cienfuegos” es hijo de una pareja comunista que militó en los orígenes de las FARC y se fue a estudiar a la antigua Unión Soviética, financiado por el secretariado. Luego de adelantar varios estudios universitarios y un doctorado, fue designado en el bloque internacional.

Tras su “expulsión” de México, Beltrán llegó a Colombia el viernes a las 19.50. A las 10 de la mañana del día siguiente se inició el juicio en su contra. El fiscal 14 contra el terrorismo lo acusó de cuatro delitos: financiación del terrorismo, concierto para delinquir agravado, instigación a delinquir agravada y rebelión.

Paradójicamente, Calderón viajará al día siguiente de Colombia a El Salvador para asistir el 1° de junio, junto con otros presidentes latinoamericanos y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, a la toma de posesión de Mauricio Funes como presidente salvadoreño, el primero surgido de las filas de la ex organización guerrillera Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.