Miércoles, 2 de septiembre de 2009 | Hoy
EL MUNDO › ENTREDICHO EN EL 70º ANIVERSARIO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
El gobierno de Rusia aprovechó la ocasión para negar cualquier responsabilidad por el inicio de las hostilidades e incluso acusó a Polonia de haber tramado planes secretos para destruir a la Unión Soviética durante los años ’30.
Por Shaun Walker *
Desde Moscú
Líderes mundiales y veteranos de guerra se reunieron ayer en la ciudad polaca de Gdansk para conmemorar el 70º aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Pero mientras los europeos lamentaron la destrucción de Polonia como consecuencia de las invasiones nazi y soviética, Rusia aprovechó la ocasión para negar cualquier responsabilidad por el inicio de las hostilidades e incluso acusó a Polonia de haber tramado planes secretos para destruir a la Unión Soviética durante los años ’30.
“Westerplatte es un símbolo de la lucha heroica del más débil contra el más fuerte”, afirmó ayer Lech Kaczynski, el presidente polaco. “Este lugar es una prueba de patriotismo y de un espíritu inquebrantable. Gloria a los héroes de aquellos días, gloria a todos los soldados que lucharon en la Segunda Guerra contra el nazismo alemán y el totalitarismo bolchevique”, clamó el mandatario.
Fue ahí, en la pequeña península al norte de Gdansk, donde se dispararon hace 70 años los primeros tiros del conflicto más sangriento de la historia. Sin embargo, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, no llegó hasta ahí para alabar a los que combatieron contra el ejército soviético. Por el contrario, acusó a Polonia y a diversos países de Europa central de distorsionar la historia por querer desligarse de toda responsabilidad por lo sucedido.
“Si vamos a abordar la historia de manera objetiva, tenemos que entender que las cosas no son de un solo color. Hubo muchos matices y todas las partes cometieron un gran número de errores”, estimó Putin durante una conferencia de prensa conjunta con Donald Tusk, primer ministro polaco. Ambos líderes prometieron dar una vuelta de página a las relaciones entre sus dos países y dejar a un lado el espinoso asunto de la “verdad histórica”. La conferencia, igual, fue tensa, y tanto el ruso como el polaco jugaron a dar discursos para sus respectivas audiencias.
Putin, por su parte, esquivó una pregunta sobre la masacre de Katyn de 1940, cuando las fuerzas soviéticas ejecutaron a unos 22 mil oficiales e intelectuales polacos para luego enterrarlos en fosas comunes en el oeste de Rusia. Un periodista polaco le preguntó cuándo se abrirían los archivos para que los investigadores pudiesen por fin tener acceso a los documentos oficiales y determinar cómo fue que sucedieron las cosas, a lo que Putin, en vez de contestar, comenzó a hablar sobre los crímenes cometidos por Polonia durante el conflicto. Tusk intentó después calmar los ánimos y aseguró que ya habían acordado con Putin formar una comisión conjunta binacional de historiadores para investigar lo sucedido en Katyn.
Desde Moscú, mientras tanto, el gobierno aprovechó el aniversario para divulgar toda una serie nueva de documentos en los que, aparentemente, se demostraría que Polonia era en parte culpable por el desencadenamiento del conflicto. Según los archivos de inteligencia rusos, los polacos habrían estado dispuestos a aliarse con los nazis durante la década del 30 e incluso habrían tenido en funcionamiento una división especial al interior de sus servicios secretos dedicada a desestabilizar a la URSS.
“La destrucción de Polonia como una nación soberana por parte de los nazis fue la consecuencia de la falta de visión de algunos políticos polacos”, lanzó Lev Sotskov, un general de la SVR, la agencia de elite de inteligencia exterior rusa. “Sin dudas, parte de la culpa por el inicio de la Segunda Guerra recae sobre ellos. Por eso es que ahora se dedican a tratar de falsificar los hechos históricos”, arguyó el militar. Los comentarios de la canciller alemana, Angela Merkel, que también estuvo presente en Gdansk, no hicieron más que resaltar las diferencias con que los alemanes y los rusos tratan sus pasados totalitarios. Según le dijo a un canal de televisión germano, su país nunca olvidaría las causas y las consecuencias del conflicto. “Alemania desencadenó la Segunda Guerra Mundial”, dijo la canciller. “Nosotros provocamos una inmensa cuota de sufrimiento en el mundo entero”, afirmó.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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